MUJERES ILEGALES

Testimonio - De una Mujer Ilegal -

Hundida en la penumbra más oscura de mis sufrimientos confundidos,
Me exclamo a mi misma:

Soy una mujer latinoamericana, que llegó a este país (Alemania),
hace algo más de tres años, no tengo permiso de residencia,
- es mejor así decirlo -, ya que papeles!, "si los tengo", -los míos-.

Busco vivir, trabajar, estudiar; y todas estas aspiraciones las veo muy difíciles de realizarlas.

No puedo trabajar legalmente, permiso no lo tengo,
no puedo estudiar; para eso necesito los papeles, siempre los papeles....para vivir,
los papeles...!.

Me gustaría contar cosas bonitas de mi mundo objetivo actual,
Me siento agobiada y mis pensamientos ligeros se hunden en lo
profundo de mi pasado aún presente.

Mi situación como la de otras personas de Latinoamérica,
Asia, Europa Oriental. Tienen entre otras cosas,
la misma causa. Nos trae la desintegración social, la crisis
económica y la inestabilidad política, la corrupción, que con el transcurrir
del tiempo se agravado más y más en nuestros países.
Hasta volverse crónico e insanable.

Quien podría pensar que nuestro planeta azulado carmesí, bordado de montañas que
besan el cielo y playas bañadas de aguas tibias y muchas veces transparente, exista
gente que se llame ilegal sin espacio justo y cálido.

Se ha escrito y se habla casi a diario y con diversos criterios
sobre lo que significa la "migración", no quiero ser una más...
sólo reflexionó y mi pensamiento es este:
Las grandes organizaciones que manejan las relaciones económicas,
los líderes políticos de las potencias y sus pueblos, los bancos internacionales, tipo FMI, Banco Internacional. Miran u observan al fenómeno de la migración, de acuerdo a sus intereses privados: de acuerdo a la mano de obra y dependiendo de la baja tasa de nacimientos.

Con una hipócrita sorpresa, los llamados o nombrados "sin papeles" somos producto
de la abismal diferencia que existe en la actualidad y que se expresa en la desigual
distribución de la riqueza en el mundo..

Quienes cambiaron el rumbo de nuestra cultura, ocultaron el sol a mediodía,
nos dejaron sin pasado claro ni futuro cierto.

Hace 500 años llegaron por primera vez los Europeos a América, llegaron a quedarse a mezclarse y saquearon nuestras riquezas Abusaron de nuestras mujeres, explotaron
nuestra mano de trabajo. Todo esto, para construir Europa y mejorar el status de su gente.

Hasta ahora nadie a dicho, vamos a devolver lo robado, para que los latinoamericanos
tenga un mejor futuro y porvenir y no necesiten emigrar!.

Las realidades han cambiado: en el siglo XIX y XX, mas de 5 millones de europeos emigraron hacia América, y bien sabemos el saqueo que significó en ese entonces, saqueo que hasta hoy permanece.

En la actualidad se sigue efectuando ese flagelo de las riquezas naturales de nuestros países; pero en otros términos.

América Latina, siempre ha significado la "mina" de materias primas y que antes como
ahora los países denominados desarrollados han aprovechado de esos recursos,
cotizando a precios ridículos. Esta desigualdad en las relaciones económicas,
han fortalecido las economías de estos países. Es decir en Europa se vive bien,
gracias a que los tercer mundistas vivimos mal.

Ante este panorama, que somos entonces los "sin papeles" en Europa?. Nuestros objetivos no son el saquear las riquezas o los bienes materiales de estos países donde residimos, mucho menos intentamos enriquecernos.

Nosotros los "sin papeles" buscamos un puesto de trabajo, formación y vivir con dignidad,
en otras palabras: Cuando decimos vivir con dignidad, significa que como personas y seres humanos.

Buscamos existir teniendo el pleno derecho a los más elementales aspectos, que todos deben contar: como el derecho al trabajo, a la salud, la vivienda, educación, la recreación
y demás derechos básicos y vitales, que todo ser humano debe acceder. Buscamos el derecho a vivir con dignidad y ser defendidos cuando nuestro honor se esta pisoteando o mancillando

El hecho de no haber nacido en estos países en los cuales nos encontramos de ilegales,
de tener otro color de piel o de cabello, no significa que no tengamos o no debamos ser respetados o vivir con igualdad de derechos.

Cuando podremos ser lo que respiramos y aspiramos, ser como la ola que golpea las rocas lejanas, dejando huellas pasadas y presentes, dibujando futuros alegres y confabulados con lo justamente conquistable.

Por Walter Trujillo