MUNDOS MAGICOS, EL ORO ROJO Y LA BIOPIRATERIA
Berlín, Agosto,Walter Trujillo.-En la actualidad, dentro de este mundo globalizado, donde se han roto las fronteras económicas y comerciales; el hombre se ha convertido abiertamente en una mercancía, en un producto de compra y abuso. Los pueblos naturales y milenarios se están convirtiéndose en el blanco de las transnacionales petroleras, de las empresas mineras, de las iglesias nocivas e impertinentes, de los gobiernos títeres, los políticos corruptos, las ONGs disfrazadas de profetas del bien y defensores de los olvidados; y lo mas en moda, la Industria farmacéutica, que esta comprando, saqueado y robando los conocimientos y experiencias ancestrales de Shamanes y hombres que embanderan la medicina natural; sin que nadie reclama y sin que nadie se de cuenta. Esta industria farmacéutica se encuentra patentando nuestras riquezas biológicas y genéticas. El documental de la periodista alemana Susanne Aernecke, denuncia que la industria farmacéutica, con engaños; en especial en la amazonia brasileña, a pretexto de investigar el efecto y expansión de las enfermedades tropicales: como paludismo y malaria, se estaba tomando pruebas de sangre de los indígenas amazónicos. Tal es el caso de los Yaromani, la sangre de esta región es apreciada por la industria farmacéutica y los investigadores genéticos, debido a que el ADN (ácido desoxirribonucleico) o material genético de los pueblos naturales es más puro para analizar que el ADN de los europeos; de esa manera se espera desarrollar medicamentos contra el cáncer, AIDS y otras enfermedades. Sin embargo esta explotación del oro rojo o sangre frecuentemente tiene consecuencias trágicas para los pueblos naturales.
(Fundação
Nacional de Saúde - Funasa)
Davi Kopenawa Yanomami avec des enfants de Watoriki ©JP Razon/Survival El portavoz del pueblo Yanomami Davi Kopenaya habla sobre la importancia de la sangre para los Yanomami y reclama ese tesoro, cuenta: " cuando yo era pequeño, venían los blancos a mi pueblo Tatutobi, nos han quitado sangre del brazo, a cambio nos han dado regalos pequeños como linternas o cuchillos. Me enterado que la sangre se guarda en los frigoríficos de los laboratorios genéticos y farmacéuticos. Nuestra gente a la cual se le ha robado la sangre ya esta muerta desde hace mucho tiempo, viven en el mundo de los espíritus y su identidad vive en nuestras conciencias. No obstante su sangre esta en la tierra. Nosotros queremos que nos devuelvan esa sangre, regrese a donde ha nacido esa gente, para poder vertirla en el río" La sangre servirá sólo para beneficio de la industria farmacéutica, pero nadie se ocupa de la importancia espiritual que tiene esta para los indígenas: No solo están robando la sangre y su material genético; sino también son interesantes para la industria occidental, los conocimientos de medicina natural que poseen los indígenas. Los investigadores occidentales financiados por la industria farmacéutica, buscan el contacto con los shamanes y curanderos, para enterarse de los efectos curativos de las plantas, los efectos de los venenos de insectos o reptiles. Después esta materia prima sacan de contrabando fuera del país. Esta biopiratería es una nueva forma de la criminalidad organizada. Los investigadores farmacéuticos han descubierto que los medicamentos basados en estructuras moleculares naturales, son más seguros y tienen menos efectos secundarios, que las sustancias producidas sintéticamente. Sin embargo los países de donde se sacan estos conocimientos y materia prima no se benefician en nada y siempre salen con las manos vacías. Davi Kopenava, potavoz de los Yanomami manifiesta "El gobierno quiere nuestros recursos naturales, oro, diamantes, madera. No respetan nada, sino que lo explotan todo desconsideradamente y destruyen la naturaleza. No queremos tolerar eso más tiempo." En los años
80-er los Yanomami eran la fuente de lucro de los blancos.
Davi Kopenava ha oído que el plasma sanguíneo es ofrecido por los indígenas del Amazonas en Internet. Kopenva espera ahora rastrear la sangre de sus padres. Los Yanomami han declarado la lucha al blanco y la piensan ganar. A pesar del contacto que persistió por mucho tiempo con los buscadores de oro que le daban fusiles, linternas, transistores y latas de conservas; los Yanomami vuelven a tener una vida ampliamente tradicional. El pueblo completo
vive en la Malocka, una planta redonda grande, abierta en el medio. Las
mujeres llevan el mando como hace 1000 años. Las personas y los
animales viven debajo de un mismo techo. Las áreas individuales
en las cuales las familias tienen sus hamacas y los hogares no están
separadas por paredes. Es inaudito que la sangre y el material genético de los pueblos naturales, se pueda obtener actualmente con tarjeta de crédito a través de la internet. Este material genético esta en propiedad de los grandes consorcios. Como la identidad genética de una persona no es patentable, los investigadores recurren a un truco. Se modifica el material genético en los laboratorios, así que no se le puede adjudicar nada a la persona de la cual se adquirió ese material. De esa manera no se reconoce ningún tipo de derechos. Hoy están los genes ya individualizados e incluso las secuencias de ADN enteras, gracias al derecho de patentes en propiedad de los grandes consorcios. Bajo el pretexto del
"Human Genome Diversity-Project" (Proyecto de Diversidad
del genoma humano), según este proyecto, a nivel mundial se coleccionan
los genes de los pueblos amenazados de extinguirse., los indígenas
lo denominan a este proyecto como No pueden robar a espaldas de nuestros pueblos. Las empresas y la industria farmacéutica están obligados a contribuir de una manera justa con parte de sus beneficios, a los pueblos que toda la vida han cuidado del bosque, han mantenido la pluridivesidad de sus territorios. Esos beneficios servirían para mantener la forma de vida, la cultura y filosofía de las naciones ancestrales. Ningún científico llegará a comprender el sistema ecológico de las selvas tropicales y subtropicales, así como lo comprenden los indígenas o shamanes, los cuales son una extensión de los bosques o una pieza fundamental de ese rompecabezas ecológico.
INFORMACION
SOBRE EL GRUPO YANOMAMI
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