Elsye Suquilanda, Poeta y escritora ecuatoriana residente en Berlín,
Alemania
Foto:
Walter Trujillo
Casi
se me infarta de a doble
De
ginecólogo, en ginecólogo
De chequeo, en chequeo,
Abra un poquito más las piernas,
No le va a doler, a ver suavito
Relájese
Otra
de esas historias,
que no pueden pasar desapercibidas
por el oído humano
una
inflamación pélvica
para saberlo
pasaron varias semanas,
con el pendiente
y por uno que otro doctorcito,
con cada cosa
Que si está segura que no tiene sida,
Que si el novio no se acuesta con prostitutas..
Que cosas no?
Y de la manera menos apropiada,
Cual carnicero de camal
Hasta
que atinó con el médico y la respuesta correcta
"Usted tiene una infección pélvica"
que, con desinflamatorios se solucionará
En un mes
A
ya!!! así la cosa cambia
Pero esto no es todo,
lo que le tocó escuchar y ver ese día,
A Mirla Azucena
Bien
para entonces,
su amado haría arribo de Galápagos esa misma tarde
Aquí empieza una conversa normal,
De cómo le fue?
Que tal el clima,
Los animalitos,
El medio ambiente, etc
Las
contestaciones no muy alentadoras,
puesto que el clima estaba frío,
demasiado turista,
pero empieza a quejarse del hotel
.
En
eso se acuerda de algo que guardaba en su billetera,
- Mirla Azucenaaaaa!!!!... me pasas @##$%^% de la billetera!!!
Y
que Mirla Azucena,
abre la billetera
Cae
en cámara lenta un pequeño papel rosa,
Hotel las ninfas,
Ruc
tal,
Doña Elsa Eufemia Argüello Tobar,
Valor 2.44 usd
.
Mirla
voltea su cabeza,
Hacia su amado,
Con un parpadeo intenso en su ojo izquierdo
.
Pensó lo peor
.,
Ya el corazón se le paralizaba
La cabeza se le hacía grandota,
Sintiendo un liguero cosquilleo en las manos
Caminaba arrastrando el taco rojo
Con la boca seca
Que
es esto Alfredo?...
Donde estuviste?,
Con quién estuviste?
De que hotelucho de mala muerte me hablas,
Empezaba a temblar,
El movimiento de su ojo,
Ponía tensa la habitación
Alfredo
que le dice:
- mi amor de eso quería hablarte,
de el hotel donde me hospede, mira aquí tengo la factura
.
Mirla
Azucena,
se relaja,
se acomoda el moño,
se le empieza a retroceder la película
.
por
un instante se le pasaron imágenes,
de las preguntas del ginecólogo,
de esos hoteles viejos del centro,
donde se paga por hora el cuartito
.
Y
ese papelito de que es?
- de una coca cola mi amor
"Orgía de mariscos"
Sentaditos afuera del restaurante mi playita
Sentaditos como dos calamares de felpa
Eran
ya las diez y treinta,
Aquella mañana calurosa y pegajosa
Y
el reloj de arena del mundo, en su absurda perseverancia nos devolvía
al hediondo útero de una bruja.
De
repente una orgía de mariscos nos quería hacer presa de
su juego, y en ese momento es cuando sentí tu pie desnudo cerca
de lo que llaman el "astro peludo" y
Oscuridad,
Completa oscuridad
Fauces, telarañas, langostinos desvelados, capas olvidadas, magma,
ceniza, lava incandescente, el astro empezó a emanar un rayo de
sal y limón.
No
se callaban era un griterío del carajo, tu y yo escuchábamos
claramente el quejido de una langostina quién pedía
¡! Calma a la lucha porque para todos había chucha!!... todo
esto empezó a descontrolar nuestros sentidos.
Y
la orgía se inflaba y se inflaba hasta la gula y el atracón
seres de todas las formas y edades empezaban a copular a nuestro alrededor
figuras incomprensibles empezaban a emerger del Gran intestino, de la
Gran vulva de la Gran ballena orgásmica
Vi
hasta un par de arroces quienes te pedían besos apasionados, querían
llegar al fondo de tu garganta los muy cabrones!!... y yo celosa, ya todo
era surreal o quién sabe si nos darían agüita de calzón
del dueño?
Si, quien sabe, si en medio de tus ansias efervescentes, algún
órgano te apostó la vida o te vendió el alma
Quien sabe, si a través de la orgía interminable, el zafiro
de tu boca resucitó la momia más temida de tu sexo
Aunque
a veces temo el no tener alma
Desde que vi como los calzones de las monjas enclaustradas hablaban entre
si
y de toooodo lo que habían cargado en años, en sus viejas
telas de color amarillo tubería vieja
"
En hora buena", explotó el Señor de los Mariscos. Entre
tanto vómito y aplauso, los dioses de las playas y el desorden,
desenterrarán sus más preciados y luminosos falos, para
bañar en semen las barrigas de las brujas. Así, nacerá
el orden, por fin
¡! Jesús en cruz, darán de comer
mariscos alucinógenos ¡!
Nota
especialísima:
Este
poema fue realizado con Pancho Prado, hermano de mi alma con quien dejamos
entrelazar su fina firmeza y surrealista manera de conjugar sus ideas
con mi vulgaridad exquisita de la locura
.
|