TEMAS
PARA LA DISCUSION FRUCTIFERA
DIOS
Y / O LA NATURALEZA

René Descartes
cita: "Dios es perfecto, Dios existe, sino existiese no sería
perfecto", Immanuel Kant piensa que "no es suficiente que Dios
exista; algo que existe se lo debe probar o demostrar". Pascal afirma
que "Dios es una experiencia irracional, que va más allá
de lo racional". Los escolásticos afirman que "el creer
no es razonable, Dios es una experiencia, un sentimiento y no una prueba".
Espinosa manifiesta que "todo lo predecible o el contenido que tiene
que ver con el destino, es una negación".
Cuando el hombre razona al mismo tiempo que reflexiona, niega, omite o
confirma; dependiendo del nivel de razonamiento que él puede alcanzar.
El místico hace experiencias interiores sobre la existencia de
Dios, esta experiencia no se la puede describir, Dios tiene un lugar en
su vida y existencia. Según la historia de la humanidad, Dios siempre
fue la Naturaleza, o es el otro nombre de la Naturaleza. ¡Es Dios
un sueño, una ilusión, el amigo imaginario, es la Naturaleza
percibible ó una realidad envuelta en diferentes dimensiones que
encierran el pasado, el presente y el futuro!
Hay culturas que viven diferentes realidades, los muertos físicos
siguen formando parte de su mundo real y hay vivos que rotan entre las
diferentes realidades.
Los budistas y los hindúes creen que el Hombre después de
la muerte se reencarna en diferentes formas: animal o material; Los Anangu
de Australia conciben al hombre como una extensión de Dios o su
imagen evidente. Para los cristianos y musulmanes Dios es el centro del
mundo, se encuentra entre el cielo y la tierra, se manifiesta como fuente
de energía o templo de adoración. Voltaire dice: "como
Dios me llaman Naturaleza, en verdad soy Arte, el creador del mundo".
La perfección de Dios se lo mide como Platón describía,
"a través de la geometría o la perfección de
las líneas", o la "proportio divina".
Los Dioses hindúes
y americanos viven entre los hombres o vivieron entre los hombres, poseen
fuerzas colosales, bailan y se divierten creando el mundo y el ritmo de
la vida y la muerte. A Dios se lo representa feliz al momento que crea
el mundo.
Friedrich Wilhelm Nietzsche dijo "si creyese en Dios, creería
en un Dios capaz de danzar", a pesar que él en su tratados
filosóficos declaró la "muerte de Dios".
El médico y filósofo persa Avicena (980 -1037) estudió
y conoció los poderes de los "Dioses Verdes", en Irán
las plantas medicinales constituyen hasta los tiempos actuales el 70%
de sus medicinas.
Si Dios es un danzante, impredecible, extremamente fuerte, generoso, al
mismo tiempo severo e implacable; aquí hablamos de la Naturaleza
y sus diferentes facetas. Si creemos en Dios, creemos en algo concreto
o simplemente decimos
"Dios siempre fue la Naturaleza".
Si a Dios le definimos como a la Naturaleza, partimos del hecho que la
Naturaleza no necesita del Hombre, ni de su armonía existencial
o material para existir o seguir existiendo. La Naturaleza seguirá
existiendo sin la presencia del Hombre.
A la Naturaleza se la ve de diferente manera y se lo aprovecha de diferente
forma,
si tomamos como ejemplo un río; bajo los ojos del Indígena
el río es vida y fuente de energía, para el pescador es
fuente de alimentos; para el agricultor seguro de vida y regadío
para sus cultivos; para el niño que se baña y juega, es
descanso y placer; para las mineras, petroleras, el río es riqueza
y poder; para las ciudades, el agua del río es elemento vital,
abastece las poblaciones y se la convierte en potable y acta para el consumo;
"El río es un punto cristalino y colorido apto para el descanso
y la contemplación". Si analizamos la relación HOMBRE
- AGUA y estudiamos su comportamiento, en ese momento la Naturaleza se
constituye una unidad psicológica y ecológica. A pesar que
existen diversos tipos de intereses hacia la Naturaleza, se tiene que
hacer compromisos de no agresión, aceptarla como sujeto de derechos,
buscar la armonía con el medio ambiente; escuchar el llamado de
la Naturaleza, cuando pide tiempo para regenerarse y renovarse.
Jacob von Uexküll (1864-1954) fue el creador del término "medio
ambiente"
"Umwelt" dice: "la historia del medio ambiente es también
la historia de la mentalidad humana". Si aceptamos a la Naturaleza
como sujeto histórico, aceptamos sus reacciones incontroladas e
incalculables. La Naturaleza no es enemiga del Hombre, sino reacciona
cuando se siente lesionada o mal utilizada.
Entender a la Naturaleza es observar su conducta y comportamiento, muchas
de esas observaciones de siglos se encuentran en los dibujos, relieves
o poemas de sus primeros hombres. No se puede minimizar el impacto que
ha causado la minería, la reforestación, la agricultura
y ganadería industrial.
Sin embargo no se debe analizar a la Naturaleza de forma moralista, ni
fanático-ecológica, sino seamos realista, multidisciplinarios,
multidimensionales,
multi - perspectivas para evitar desarrollos inesperados.
La Naturaleza no es sólo lo verde y libre de personas, animales
y pájaros.
La Naturaleza son territorios con animales domésticos y salvajes.
Todo animal, insecto o planta es útil a la naturaleza; "los
mosquitos de los pantanos ahuyentaron largo tiempo a los conquistadores,
colonizadores y misioneros". Por muchos siglos el excremento de las
ovejas fueron los "cascos de oro" para los agricultores y la
regeneración de la tierra erosionada; el excremento humano fue
por muchos siglos y actualmente en la China abono natural. Las cabras
no son solo las depredadoras naturales de todo lo verde, han vivido miles
de años en los laderas secas, sin haberlas alterado; ¡su
exterminio no es una acción ecológica sino un actitud de
interés económico!. Las cabras son los habitantes de la
cara seca inaccesible de la naturaleza.
Pretendiendo hacer un bien a la Naturaleza se crearon reservas naturales,
expulsando a sus habitantes milenarios, los salvajes, los incivilizados,los
sin nombre aquellos que huelen la lluvia a miles de kilómetros,
conocen el volcán, su estado de ánimo y predicen sus erupciones,
perciben la migracion de los pájaros, escuchan los mensajes de
los vientos, leen el color de las aguas y son maestros de sus medio.
Los planificadores de los parques artificiales introdujeron plantas foráneas
y exterminaron los animales depredadores como: el lobo, oso y puma, provocando
así un desbalance ecológico y una súper-población
de flora y fauna, sin enemigos naturales; el caso de los Corzos, conejos
y Jabalís. En ciudades como Florida con la expansión de
los colonos y sus construcciones, paulatinamente se exterminan a los aligatores
y sus habitantes naturales, la caza indiscriminada es casi legal, finalmente
terminan convertidos en zapatos y carteras; a pesar de ser conocido que
el Alligátor es un indicador ecológico imprescindible.
En Afrika los Masai viven entre Kenia y Tanzania, pueblos nómadas,
habitan en las sabanas secas y viven de la ganadería; cuando sacrifican
una vaca, utilizan todo el animal, incluido el estiércol para combatir
a los mosquitos y cubrir las paredes de sus chozas.
Al sudeste de Camboya
se construyen sobre el río casas, jardines y criaderos flotantes;
sus habitantes se trasladan de un lugar a otro evitando los monzones,
las precipitaciones y las inundaciones; "no abandonan sus casas y
construcciones como normalmente lo harían las llamadas civilizaciones".
Viven de la cría de serpientes y cocodrilos, la cerpiente es utilizada
en su totalidad: los huevos como delicadezas, la carne para venderla ya
sea frita o reseca, las vísceras para el consumo personal, la piel
como alimento para los cocodrilos. Este es un ejemplo de sostenibilidad,
de trabajo conjunto con la Naturaleza, de respeto a las exigencias y bondades
del medio. En países europeos como Alemania se utiliza entre el
20% ó el 30% de la vaca o del cerdo, el resto se desecha!
En países civilizados a la lluvia se la considera molestosa e insoportable
y no como normalmente lo es, necesaria para el crecimiento de las plantas
y flores en los prados, praderas y montañas. "callar y gozar
el silencio, escuchar el crecer de las plantas, el cantar de los pájaros
y el murmullo de insectos y mariposas".
La naturaleza cambia constantemente, ella exige un adecuado manejo y control
de sus bosques y habitantes. No podemos deforestar, secar lo pantanos,
desviar o canalizar ríos, imponer el monocultivo, introducir plantas
y animales foráneos, extraer sus minerales, contaminar aguas y
tierras, expulsar habitantes originarios, cazar indiscriminadamente sin
pensar en las consecuencias o alteraciones ecológicas o climáticas.
La ruptura de la armonía o manejo inefectivo provoca una catástrofe
ecológica y seguidamente una catástrofe social.
No tenemos derecho e manipular a la Naturaleza, más aún
cuando sabemos que los transgénicos o alimentos diseñados
son alimentos sin memoria genética, imposibles de digerirlos y
no son fuente de energía alimenticias; son productos muertos, no
aptos para el consumo humano. Lo más macabro de este tipo de productos,
es que están destinados y predestinados a los pobres del mundo!
El hombre vive en simbiosis con la Naturaleza. La Naturaleza no es el
bosque modelo sino la selva tropical inaccesible, los desiertos, los volcanes,
las lluvias monzónicas, la nieve eterna, los ríos, las praderas,
los lagos.
El deber del hombre moderno es evitar que la Naturaleza se revele en toda
su dimensión, evitar que la humanidad deje de existir demasiado
temprano debido a errores continuos, egoísmos desmedidos y ambiciones
personales o grupales elitistas.
Artículo y
Gráfico por Walter Trujillo, Febrero 2013
ANTROPOLOGÍA
DE LA VIOLENCIA A LA MUJER
En los seres humanos
rigen, a priori, las leyes de la naturaleza por deriva hasta que se conforma
una diferenciación individual o de estatus social.
Un ser humano en concreto
al nacer lo primero que hace es seguir a un servilismo biológico
por medio de unas funciones o deberes que son inculcadas por sus progenitores;
y eso lo produce, de seguida, que adquiera unas capacidades de adaptación
social, las cuales actuarán en adelante por automatismo. Esquemáticamente
sería así el proceso: una habituación, lo que conlleva
una capacidad adaptativa y, ésta, actuará hasta el final
por automatismo.
Desde luego, cada
individuo está designado a ejercer una autoridad que protege una
u otra habituación que, al mismo tiempo, le tensa, le motiva, lo
crea necesario -para adaptar el carácter a una resistencia identificativa-.
El carácter sexista es, así, condicionado, reducido a una
obligatoriedad -capacidad por manifestarse- necesaria porque se ha adquirido.
Ahí la mujer, se condiciona o se deja condicionar "irremediablemente"
por la fijación reproductiva, asimila un animismo infantil en su
contagio -resonancia emocional- por saciar esa agradable atención
a su hijo; por ello, la psicología de la mujer genera agentes o
funciones susceptibles al "amor", alimentándose a la
vez de la "inutilidad agresiva" que desplaza (término
psicológico que significa trasladar pulsiones o emociones como
elementos sustitutivos a otras acciones diferentes) a su convivencia social.
En cambio, el hombre
se solivianta a la agresión sometido directamente a su instinto
de supervivencia, sin verse orientado constantemente por una catarsis
que eso evite. Tiene que cazar y, además, guerrear para "imponer"
una etnia -lo que subestima la vida como fin propio o como valor-; él
se hace sin duda autoritario porque la agresividad conduce a vencer, a
resolver la "enemistad anímica" que desplaza a todo acto
como recurso de supervivencia. Esto no determina que él no necesite
emociones de afecto, sino que están condicionadas a su "a
priori", a su dinámica psicológica que no puede soslayar.
Cuando sus puños se levantan contra la mujer no lo hace sólo
por intenciones, sino por la impulsividad de un carácter biológico-social
que ha adquirido; enfrente suya, la mujer, llorará imitando al
niño que fijó porque es su "salida" -su respuesta-
como única razón que no revoca o que no ha aprendido a revocar.
Así pues, lo
que dijo Rousseau de que el ser humano es bueno -con respecto a la carencia
de agresividad- por naturaleza puede ser válido sociológicamente,
pero no biológicamente. El ser humano ejecuta en su campo vital
sus capacidades funcionales de supervivencia, reacciona para no frustrar
sus impulsos o emociones fijadas que ha creado como necesarias, como adaptación.
Sólo en el contexto de la socioterapia -el fortalecimiento de valores
y el cambio de funciones sociales como el que se compartan tareas del
hogar y del cuidado de los hijos- tiene una eficacia real como contrapartida
a lo que ya hay.
Pero, de forma
resumida o enumerada, ¿cuáles son las causas para que el
hombre trate a la mujer con violencia?
- El hombre no está
diariamente vinculado de forma emocional a los hijos tras la fase pos-reproductiva,
sino a sus ritmos congénitos y de poder -control del medio natural
y del medio social-.
Las niñas es la belleza lo que exhiben; los niños, fuerza.
Las niñas juegan a ser madres; los niños, a competir con
otros en cualquier cualidad no sensible.
- La sociedad posee
generalmente una cultura patriarcal y esto permite una misión
de autoridad a favor del hombre: es quien decide las decisiones más
importantes y, luego, quiere en consecuencia decidir las de la separación
o del divorcio.
- La falta de autonomía
económica: la mujer al no estar integrada plenamente en el mercado
de trabajo depende más del salario de su pareja y se siente "adeudada"
en eso emocionalmente.
- El sentimiento
de propiedad del hombre como organizador de la sociedad patriarcal,
pues él siempre ha sido propietario: "mis tierras",
"mis obreros", "mi caballo", etc.
El rey tiene un país, el maestro tiene discípulos, etc.
- El lenguaje como
inductor de la infravaloración de la mujer, ya que casi todos
los "tacos" tienen connotaciones de ningunearla como persona,
de ofenderla.
- El hombre es quien
utiliza las armas, casi siempre va unido socialmente a ellas: él
es quien las fabrica y las sublima como medio de poder.
- El sentimiento
de honor que ha alimentado también socialmente: él es
el prestigioso macho que no quiere "mancha" y, ante todos,
le irrita una situación de "cornudo".
- La carencia de
rebeldía emocional en la mujer, puesto que está tratada
por la resignación a ser "el sexo débil", "inútil
para muchas cosas" e, incluso, en la búsqueda de amor, ella
no seduce por miedo a sentirse después mal o al "¿qué
dirán?".
Pasivamente espera a que el macho la conquiste y pasivamente espera
a que el macho la determine sexualmente, es decir, le imponga cuándo
y el modo de sexualidad. Esto, sí, produce más inseguridad
y retraimiento en ella para conseguir sus derechos.
Por último
y como exigencia, la sociedad tiene la obligación de remediar que
sigan imperando estas causas como "destructivas" -en todas las
facetas de sus vidas- para más de la mitad de los seres humanos
que la componen. Sólo es, pues, un reto humanitario o de pura o
neta dignidad.
José REPISO MOYANO, ESPAÑA, MALAGA
DIÁSPORAS
Foto:
Walter Trujillo
José
Pablo Quevedo, Aimée
G. Bolaños, Ricardo Cuadros Mercado,
Eva Navarro Martínez.
JOSÉ PABLO QUEVEDO
Diáspora literaria: Migración y Exilio
El presente trabajo, fue presentado como un primer borrador en el Primer
Encuentro Internacional de Escritores en Cuenca, llevado a cabo del 12
al 15 de julio del 2007, en Santa Ana de los Ríos de Cuenca, Ecuador.
El tema se ofreció en dos puntos, y que para el presente artículo
de Alhucema he abreviado:
El destierro es redondo:/ un círculo, un anillo,/ le dan vuelta
tus pies,/ cruzas la tierra,/ te despierta la luz y / No es la luz: La
noche llega: Faltan tus estrellas, hallas hermanos,/ pero no es tu sangre.
/ Eres como un fantasma/ avergonzado de no amar más/ a los que
tanto te aman./ (así es de injusta el alma/ sin raíces.
(Pablo Neruda)
1.- Las razones históricas de la emigración de los escritores
a Europa, sobre todo a países como Francia, España, Alemania,
Suecia, etc., ha sido la persecución política de la inteligencia
por las clases gobernantes latinoamericanas, que viene aún desde
las recientemente constituidas repúblicas latinoamericanas. Más
adelante, con la penetración del capitalismo francés, inglés
y norteamericano, se acentuó la dependencia extranjera, y las contradicciones
entre el capital y el trabajo, que trajo consigo una radicalización
de la inteligencia. El espíritu crítico y de denuncia contra
las clases gobernantes pero también contra la política de
intromisión de las potencias extranjeras encontró en la
migración y el exilio una forma de acallar a esas fuerzas esclarecedoras.
Ellos tuvieron de una u otra manera que ser obligados a partir para Europa.
El exilio en muchos casos fue obligado, y en otros casos, voluntario por
la forma de elegir el país. Esos mismos casos se han mantenido
casi hasta los fines del siglo XX.
En los últimos tiempos, por un lado, el declive de las dictaduras
de corte fascista en América Latina, de los gobiernos civiles-militares,
y de los gobiernos liberales extremadamente conservadores; y por otro
lado, el ascenso de las fuerzas de izquierda marxista, partidos progresistas,
gobiernos indigenistas, han posibilitado que estos intelectuales se queden
y sirvan en sus países de origen bajo otros objetivos determinados.
La migración para Europa es, en el caso primero, por razones de
estudio o de trabajo.
Esto sin duda no es una regla actual para todos los países que
acuñan un sello de política neoliberal y de subordinación
a los intereses de los Estados Unidos.
Una excepción, lo sigue siendo Colombia, bajo las razones de la
guerra que vive ese país y la continuación de la política
neoliberal y pro-estadounidense del presidente Uribe. En diversas conversaciones
con intelectuales de esos países que viven en el exilio en Europa,
he anotado:
a) Las razones políticas, de exilio obligado, son una parte de
la política de los Estados represivos para desembarazarse de posibles
opositores y contrarios políticos y para evitar un posible encarcelamiento
y una repercusión internacional. En algunos casos los intelectuales
son amenazados de muerte y dispuestos a la tortura sicológica,
o también vigilados y controlados por la policía, lo que
ello implica la creación de un estado de insatisfacción
y de constante amenaza a sus existencias que repercute tanto en lo material
como en lo espiritual de estos creadores.
Otras razones obedecen al ejercicio de la diplomacia política,
en las cuales esos Estados para desembarazarse de sus oponentes, acuden
a medios plausibles, a través de diversos cargos diplomáticos,
que son ofrecidos en las embajadas extranjeras, o el favorecimiento de
estudios o de estadía a través de becas.
b) Hay otras razones de emigración:
El caso de la emigraciones obligadas de nuestra intelectualidad ha derivado,
y continúa aún, a través de la dependencia política
de nuestros países con respecto a los Estados Unidos y Europa,
en base a la dependencia y las políticas liberales y neoliberales
que habían sido implantadas por casi la totalidad de nuestros gobernantes
hasta fines del siglo XX. Sobre esto, hay que diferenciar que antes de
la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial, el marcartismo
y el anticomunismo de los Estados Unidos se hizo presente no solamente
contra la intelectualidad europea, sino también contra la intelectualidad
latinoamericana. Y durante el período llamado de la "guerra
fría", este marcartismo y anticomunismo se acentuó
debido a la Revolución Cubana y a las luchas de liberación
de los pueblos de América Latina. Esta revolución trajo
muchas expectativas y esperanzas en los intelectuales revolucionarios
de América Latina y una efervescencia política hacia posiciones
progresistas, y muchos de ellos destacaron estos alcances. El surgimiento
de muchos gobiernos militares y conservadores fue la respuesta de los
Estados Unidos a este proceso de eclosión social e intelectual.
También, las clases gobernantes de estos países, frente
al ascenso de algunos movimientos armados de liberación nacional,
acentuaron este proceso de endurecimiento de la política, y muchos
intelectuales fueron el objeto de la represión y hasta del terror
de Estado. En este período muchos de los intelectuales tuvieron
que emigrar a Europa por la amenaza constante y el temor a perder la vida.
La estrategia de las clases dirigentes en alianza con los Estados Unidos
fue la creación de los cuerpos paramilitares, como en el caso de
Colombia, y de los tristemente célebres dictaduras militares de
corte fascista establecidas en muchos países de América
Latina.
Durante el periodo de derrocamiento de la Unidad Popular en Chile a través
del golpe militar fascista de Augusto Pinochet, muchos de los escritores
y artistas chilenos tuvieron que ir al exilio, tanto a Europa del oeste
como del este. También durante la dictadura civil-militar de Alberto
Fuchimori, algunos intelectuales y escritores peruanos se refugiaron en
París. En muchos de los países de nuestro continente la
situación deteriorada de la vida y de una política nefasta
hacia los intelectuales hizo posible esa emigración obligada o
voluntaria.
Sobre este exilio, hay comentarios de varios escritores latinoamericanos,
y en Europa, han aparecido ya algunos libros sobre el exilio, en especial,
a lo que se refiere al exilio de los escritores chilenos. Debemos decir,
que muchos países Europeos como Suecia. Alemania, Francia, España
acogieron a estos escritores.
Yo personalmente, he conocido a algunos de estos escritores en mis travesías
entre uno y otro país europeo. A mi parecer, la Ciudad Luz, sigue
siendo la ciudad más atractiva en Europa para los escritores latinoamericanos
por la facilidad del lenguaje y de adaptación cultural, amén
que esta ciudad cuenta con una gama de medios culturales, una gran tradición
intelectual y un acercamiento político a estos creadores.
2- Reflexiones, temas, análisis escriturales de la emigración
en las obras de los escritores de la diáspora literaria actual
en Berlín y Europa. Algunos criterios de los temas esbozados y
que derivan desde la obra de los mismos escritores : Reflexiones sobre
el exilio obligado o voluntario
Luis Arias Manzo, chileno, en 1973 tenía 17 años. Debió
salir al exterior en marzo de 1975 y sólo volvió al país
en febrero de 1991. Sus últimos 12 años como exiliado los
vivió en Francia. Es autor de tres libros: 'AGUALUNA', 'MIL AÑOS
DE AMOR' e 'INSTANTES' (bajo el sello de Apostrophes Ediciones). Hace
parte de numerosas antologías poéticas nacionales e internacionales
y ha sido traducido a varios idiomas.
Fue primer vicepresidente de la Asociación Latinoamericana de Poetas
hasta el 14 de octubre 2005, desde entonces se ha dedicado a formar el
movimiento mundial "POETAS DEL MUNDO", organización que
agrupa a más de 2000 poetas de los 5 continentes, del cual es su
Secretario General.
Esta noche escribo
desde adentro, /Desde nuestro mundo, Pachamama, /Desde el espacio que
conocemos, /Donde nos amamos en carne y suspiros. / Es un mundo material
con forma real, /Pero todo es real, adentro y afuera, /Afuera y adentro
es la misma lucha; /La lucha por la existencia y la vivencia. /Es por
eso que a veces me aflijo /Como un niño sin recursos, /Como un
inocente sin verdades de labios, /Y como un amante sin realidad que favorece.
/Pachamama, mujer que me inspiras, /Y que te entregas a mí sólo
porque me gustas, /Eres celestial en mis brazos y en mi sangre, /Eres
grandiosa adentro y afuera. /Yo era un combatiente adentro, /Tu lo sabes,
un guerrero materialista, /No he cambiado, Amor mío, no he cambiado...
Pero mira que curioso, Pachamama, /A ti que te he amado fecundo, /Siempre
es la misma pelea, lo quiera o no, /Siempre habrá que luchar con
nobleza. /Ahora comprendo más tus palabras inquietas...
O afuera con dolores legendarios, /Siempre, siempre hay que combatir.
/Humanidad por la que tanto he luchado, /El cielo no existe, no existe!!!
/Jamás existió, todo fue ilusión, /Solo hay de verdadero,
un campo de batallas...
Compañeros míos, torturados y quebrantados, /La lucha nunca
fue en vano, /Porque las fuerzas del bien y del mal /Siempre se han enfrentado,
allá y acá...
Compañeros míos, fusilados y asesinados, /Sois guerreros
de siempre, /Ayer moríais por luchas carnales, /¿Dónde
lucháis en estos días?...
Pero la lucha siempre
es la misma, /Pachamama vino a decírmelo, /Llegó vestida
de mujer seductora como ella es, /Me amó, me habló y me
enseñó el verbo de la luz.
( Fragmentos de su poema Pachamama, Parte VIII )
Dentro del marco de la Cita de la Poesía: Latinoamérica-Berlín
2005, el escritor Walter Trujillo de Ecuador, nos presentó el Testimonio
- de una mujer Ilegal. Walter Trujillo reside en Berlín, y dirige
la revista virtual Vulcanus en Berlín. Estos pensamientos importantes
son recogidos de la Pág. www.geocities.com/mapadeviento/testi.hatm.
Soy una mujer latinoamericana, que llegó a este país (Alemania),
hace algo más de tres años, no tengo permiso de residencia,
- es mejor así decirlo-, ya que papeles!, "si los tengo",-
los míos-.
Busco vivir, trabajar, estudiar; y todas estas aspiraciones las veo muy
difíciles de realizarlas.
No puedo trabajar legalmente, permiso no lo tengo, no puedo estudiar;
para eso necesito papeles, siempre los papeles...para vivir, los papeles..!
Me gustaría contar cosas bonitas...
El tema que salta a primer plano es el problema de un emigrante y la ilegalidad
de una mujer recién llegada a un país como Alemania de cultura
y de lengua diferente, es la ilusión que se han trazado muchos
latinoamericanos de poder obtener todos los beneficios y las facilidades
del trabajo en otra sociedad y no el de una vida dura y difícil,
y en cambio, se les presenta desde la llegada con una implacable burocracia
y las leyes de la emigración.
Más adelante la mujer reflexiona sobre su situación de emigrante
y su frustración ante lo que le acontece: Quién podría
pensar que nuestro planeta azulado carmesí, bordado de montañas
que besan el cielo y playas bañadas de aguas tibias...exista gente
que se llame ilegal, gente sin espacio justo ni lugar cálido.
Esa desilusión vuelca a muchos latinoamericanos a reparar sobre
su identidad y su pasado. En el poema Dónde está mi Dudu,
Walter Trujillo, percibe en la duda esa identidad pasada en sus versos:
Donde están mis miedos antiguos y lacerados, /quién ha robado
mi ilusión incierta, /quién cambio mi futuro incierto, /quién
bebió de mi sufrir y /quien se hastió de mis sueños
y pesadillas.
El mismo tono del desencanto y el laconismo de la vida en el exilio obligado,
es mostrado por el poeta chileno Juan Pablo Melo (JUAMPA), aunque usando
un tono sarcástico y ambivalente en el que se debate su espíritu
por salir de esa exclusión que es propia de las sociedades de consumo.
Sus poesías señalan los dos lados contrarios sobre la vida
que asume dentro de la marginalidad, y su confrontación con ella
misma en lo que está y no está permitido. En sus intentos
literarios, en que vive JUAMPA aún en proceso de búsquedas,
como lo explica el poeta Víctor Bueno Román, "el autor
se vale de la anáfora o repetición de palabras en similar
estructura sintáctica". Juan Pablo Melo, escribe: Oficialmente
no he sido incluido/ no he sido invitado,/ oficialmente no he sido excluido/
no he sido considerado/ extraoficialmente he sido notificado/ he sido
invitado extraoficialmente/ extraoficialmente / se me ha considerado/
consideradamente se ha reconsiderado/ tomando en cuenta/ sobrelacuenta/
que extraoficialmente/ no he sido/ oficialmente tomado en cuenta/ por
lo menos, aun quedan cuentas/ y...tomadores de cuentas/ ...claro que podrian
ser:/ tomadores de la cuenta de luz/ o del agua en cuenta/ derramada mas
de la cuenta/ o, de la cuenta del gas/ aunque no se,/ si serán
también /tomadores de pelo/ o,/ saludablemente, inocentemente/
...(entre-nos)/ ...etílicos tomadores /sin comentario... no tengo
moral/ Enfermo; cualquier momento, cualquier lugar/ causa quiera, cualquier
no,/ cualquier corto o laaaargo tiempo/ excluidos de exclusiones/ de oportunistas
oportunos/ de idas y venidas/ de una/ extraoficialmente /tomadura en cuenta.
En Biografía reducida, con destino: París, publicada en
la Antología Sismo Poético Resistente, Cita de la Poesía
2000, leemos lo que nos dice JUAMPA: La poesía la he tratado en
forma esporádica, tanto en mi vida en contacto-relación
: entre la capital , Santiago y el mar, Cartagena y en otros, de la costa
central de Chile...hasta mi actual paradero específicamente en
Berlín.Y ha sido en Berlín donde precisamente han re-aflorado
mis motivaciones, al participar en grupos literarios multi-nacionales,
también al ser invitado a participar en lecturas y antologías
y así sacar a luz lo que por tanto tiempo he mantenido guardado
en papeles archivados en carpetas o cajones; donde algunas de mis vivencias
escritas fueron quedando en constancia. Entonces, esta urgencia presente,
quizás derivada, producto de la lejanía y la ausencia de
los lugares propios de mi pasado. Cartagena-Chile / Berlín , Junio
2000
En su exilio obligado, en la ciudad de Madrid, el poeta colombiano Arturo
Prado Lima, con su magma de escritor reconocido, con sus afanes de creación
contestataria social, asume una posición cultural frente a ese
exilio obligado, en sus reflexiones históricas entre la América
Latina y España, tratando con su pluma el fondo de esos problemas,
y contradiciendo lo que se ha vertido desde algunos siglos sobre nuestros
países, mostrando ese drama histórico de la marginalidad,
que es recogida en su voz astillada de húmero, para obtener aunque
sea un trozo de esa identidad, humana desde la Literatura:
Hay una España muriéndose en mi hombro,/ madre,/ si tú
vinieras y miraras por las rendijas/ del pobre barro peninsular/ una España
que agoniza / sin haber leído un triste verso de Lorca/ o haber
osado derribar del todo los nobles molinos de Cervantes. /Tienen el mismo
rostro del tío Bertulfo /y se ríen con sus palabrotas acuchilladas/
de cagarse en Dios y en las madres que los parieron/ y fuman largamente/
mientras sus perros se cagan en los parques./ ¡Qué alboroto
de huesos y señales / en sus lenguas, madre!/ Hay otra España
que aun asiste/ al entierro de Franco, el generalísimo,/ y van
de luto riguroso y muerte en pecho./ Y otra España que se desangra/
sin futuro y sin historia./ Y otra, Madre,/ que sueña y desueña
un destino distinto,/ que sabe de las Nanas de las Cebollas/ y las penitencias
rotundas de Miguel Hernández,/ y las pesadillas de Picasso/ y los
fusilamientos de los sueños,/ como lo hacen ahora en nuestro país,
Madre./ Por estas calles paso recordándote, Madre,/ entrando a
los locutorios, / acordándome de tu viudez callada, / de la esperanza
hecho ya canas/ en la noble cabeza de quererte.
El exilio obligado trae una infinita nostalgia, recicla los recuerdos
vividos en la América Total, traza nuevas coordenadas de comparaciones,
agudiza las reflexiones entre lo vivido y lo que se vive. Lo que el destino
nos obliga a mutar en un país que creemos que es el de nuestra
aspiraciones y el que abandonamos es recepcionado siempre por un tono
de nostalgia. Continuemos con Arturo Prado Lima: Cada día la pena
será menos sagrada/ ahora que me vaya de los huesos,/ ahora que
una búlgara de hierba triste/ compra dos cervezas/ para remojar
sus labios de papel./ Cada hora que pasa diciendo adiós/ a cada
edad / la nostalgia se vuelve más nostalgia/ en los acantilados
del lejano país/ varado en los huecos del alma y de la carne...
Arturo Prado Lima, en su dimensión de poeta no solamente ve solamente
ese exilio que rodea su mundo y que es el de los latinoamericanos, sino
también la vida de otros emigrantes, que ahora, vienen desde el
oeste. El escribe: Una rumana delgada y vegetal/ viene por perejil todas
las tardes/ con el recuerdo soviético en los ojos./ Sus cejas tienen
prisa/ y su falda es triste como el pan de ayer/ y su dichoso cuello/
huele a una joven España pasajera. El último verso trae
la connotación que el exilio obligado siempre será pasajero
al voluntario, al que uno se ha permitido decidir concientemente.
No era tan diferente el tema de mis poemas, en 1990,cuando a poco de los
cambios en la RDA y de la Reunificación alemana , escribía
hacia los emigrantes de otros países. Ahora que Bekelé,
emigrante sudanés se ha ido,/ imagino su barba en la densa niebla
berlinesa,/ ahogada de sueños y cigarros./ Le dije: El país
de los pinos no podrás amar./ Los molinos que antaño cribaban
el trigo/ están rotos./ Los vientos nocturnos los hacen ahuyantes./
La ciudad tritura el despertar de los viajeros./ Los carnavales de los
ríos de tu país son inigualables./ El paisaje caliente está
en tu corazón./ El hielo es dentado y pone tus pies en partida./
No creas en sirenas, porque ellas te atan / a las proas de sus naves,
/ y aunque pongas cera a tus oídos,/ señalaran siempre la
partida./ La ciudad tritura el despertar, tu piel marcada de arena./ Alemania
no es país para emigrantes.
Tampoco, lo fue, ahora, a lo observado por Arturo Prado Lima, cuando por
los años ochenta, me detuve ante el corazón de la nueva
ciudad que conocía, el West Berlín, como llamamos, en ese
entonces, a la zona colindante con la capital de la RDA. Allí pude
ver la lógica que constituía y que imprimía el movimiento
de esa ciudad, adecuada, en ese tiempo, a los valores de vida comercial
y de la gente... Me da vértigo el transitar de los anuncios./ Los
peatones vienen y van. Se detienen. / El neón ilumina bocas y tórax/
en la intimidad pornográfica./ Me digo, si alguien ha descubierto/
su propio retrato en una esquina,/ si ha compartido esa sensación
cuadrumana/ del revólver que alguien sostiene en una funda./ La
memoria parece perder en un anuncio/ su propio instinto, su propia historia./
Ku-damm. Miro la calle hasta perderme./ Me digo: Este acento no es el
mío./ Aprieto mis puños contra una piedra.
El escritor peruano, Víctor Bueno Román, también
se hizo al camino a Alemania a través de la migración voluntaria,
trazó su aprendizaje de la lengua alemana en ese país sajón,
y después de realizar estudios en Heidelberg pasó a radicar
a Berlín. Tiene dos hijos, aquí escribe y opina, y envía
sus mensajes a nuestro continente. Muchos de sus escritos están
elaborados en la lengua alemana. El vive aún de las reminiscencias
de su mundo de origen, los cuales las medita permanentemente en sus poesías.
El ha escrito un bello libro de poesías Camina el Autor. Y en este
libro, su autor, muestra el proceso de contradicciones culturales y los
de integración en estos mundos, más aún, en un terreno
determinado por la globalización. El mismo vive las consecuencias
de esos dos mundos, a pesar de dominar perfectamente la lengua alemana
y conocer perfectamente el país que lo ha acogido. Él no
se subsume a esta metamorfosis de integración y su obra poética
hermética e intimista nos muestra estas facetas. Leamos algunos
fragmentos del libro : "Camina el autor".
La aurora se detuvo ante el bohío, /cuando la campesina y el campesino,/
lejos de aquél rearmaban su destino. /En tal coyuntura, de poncho
iba la tarde /y por el Bosque de Piedras fueteaba duro el frío.
La edad y las diferencias se hicieron agua clara./ No tentaron más
ni el olor ni el color de sábana /y la crisis rompió diques
durante una Paskana. /Llegado al cruce se escuchó Qayaminchakama,
/cuando era muy adolescente la tierna Sara.
Qayaminchakama se dijo a la quincha de amor /y el árbol quedó
sin sus viejos labradores /del maíz, de la papa y de los camotes.
/Ahí más tropiezos daría la alborada /y del río
vecino se ausentaría el fragor.
Al centro de la bifurcada vía, /verdea el rico pasto sin manada.
/Con el árbol toparon tarde /un ave de ala quebrada /y un Hombre,
hecho antes del día...
También esas evocaciones y nostalgias asociadas a la acción
escritural, es como el remanente de una ola perpetua, cuyas crestas aún
golpean los recuerdos, de una u otra manera a quienes hayan estado sumergidos
dentro de este drama del exilio. Para podernos situar mejor dentro de
ello, también pongo como ejemplo, lo que escribe el poeta iraquí,
Karim Aschbili Al-Asadi, nacido en 1958 in Nazaria, el cual vino al exilio
obligado por razones políticas para Alemania y que trabaja actualmente
sobre el área de la Literatura y de Ciencias Islámicas.
Yo desearía tomar algo bajo el brazo/ dulce y todo amor, /por ejemplo,
un mundo de viento /o una media luna mojada, que desnuda /se evada a los
precipicios del mar /o un viejo cuaderno roto. /Yo desearía tomar
algo bajo el brazo/ y por el camino hacia casa hacer un puente /igual
uno, que con todos los ríos del planeta
regresaría a su red /en un día de verano. /Yo desearía
tomar algo bajo el brazo /y regresar a mediodía cuando las mujeres
/esperan en los peldaños de las puertas de las casas /el regreso
de los hijos... /Cuando yo veo a mi madre, /esbelta, de luto, /toda dulzura,
todo amor, /que pudiera decir: tu hijo /regresó con los mares lejanos,
bajo el brazo. /Pura y blanca mentira, /dulzura y todo amor /que se llama:
mundo. Poema, Tomar algo bajo el brazo.
La poeta boliviana, Martha Gantier, vivió en Berlín, algunos
años trabajó libremente. De su transitar, nos dejó
un recuerdo imborrable, sobre todo, a los poetas latinoamericanos que
compartimos algunas lecturas y veladas literarias en esta ciudad berlinesa,
y también en su participación en la Cita de la Poesía:
Berlín-Latinoamérica.
Ella trajo consigo una voz madura, una experiencia literaria avanzada,
sumada a su impulso lírico y del lenguaje sobresaliente. Su sensibilidad
de poeta, la vertió en una forma sintética de definir lo
cotidiano, lo arraigado hacia su geografía andina y hacia sus hombres
ancestrales en sus mitos y su panteísmo.
En esta gran ciudad, a través del desdoblamiento de su psiquis,
Martha Gantier pudo entender y recepcionar los procesos nuevos que se
dan con este choque cultural. Y la poeta los plasmó en su poesías
con imágenes reales y vitales de su observación, los que
reflejan el interior del mundo berlinés en el cual nos fuimos de
una u otra manera introduciendo.
En su poema en ritmo de Tango la poeta nos muestra uno de los tantos personajes
alemanes que acompañan nuestras secuencias cotidianas cuando tomamos
el metro y viajamos por la ciudad. El metro, este vehículo necesario
le sirve de medio para hacer esa observación y mostrar asimismo
el comportamiento de este personaje y de la gente que viaja en este medio.
En un vagón del metro /hablando un ebrio a solas /maloliente, triste
y /desgarbado, /impregnado el alma de
alcohol y soledad. /Hastiado de su monólogo /miró a los
viajantes /soñando realizar el milagro /de la comunicación,
/los rostros de mármol / temerosos de semejante /atropello /se
refugiaron entre las líneas /de sus libros y periódicos
/y en el chicchic de sus /audífonos /Desconcertado el borracho
/habló en un idioma /bárbaro /cosas inentendibles /de guerra,
hambre / y torturas.../El borracho volviendo /a su realidad /preguntó
en idioma /conocido /Saben lo que he dicho? /Qué hago, aquí?
/Was mache ich /eingentlich hier? (Poema: En ritmo de tango)
La chilena Patricia Cerda-Hegerl que vive desde 1996 en Alemania, y además
es docente de historia y geografía, ha recepcionado ese hecho de
vivir en el extranjero. En su poema Luna Wai - Wai, nos muestra el tema
repetitivo de la nostalgia, reflejada en una parte del mito histórico
de la América ancestral: ...En tiempos remotos,/ cuando la Luna
Wai - Wuai daba órdenes,/ cuando los hombres preparaban el pan
de mandioca/ y acarreaban el agua del río, cuando las flautas sagradas,
aquellas, que declaraban el amor, pertenecían a las féminas/
y ellas reinaban en el mundo;/ el sol fecundó a Jurupari/ con el
jugo de las hojas de los árboles./ Así desde el vientre
mundano de una virgen/ nació un niño. Jurupari trajo muchos
secretos:/ emparentó a los hombres con el trueno,/ el tigre y los
volcanes/ y les enseño el arte de guerrear./ Un día les
llevó también las flautas sagradas,/ el derecho de declarar
el amor/ y de impartir las órdenes./ La Luna Wai - Wuai se quedó
en silencio./ La mujeres andan buscando/ las flautas sagradas/ desde entonces.
La colombiana Sonia Solarte Orejuela, Co-fundadora de la Asociación
de Mujeres Latinoamericanas Xochicuicatl e.V, en Berlín, en su
poema Colonización y olvido, de otra manera a la de Arturo Prado
Lima, nos permite ingresar a estos dos grandes contrastes sociales históricos
frente al drama de un mundo dividido y de diferencias polares que existen
bajo las formas de las dependencias del desarrollo y del subdesarrollo:
Vengo del sur/ del río nací e hice una travesía/
por el sol de las montañas. Tenía un nombre, una casa/ una
lucha interna que amaba y defendía./ Yerbas violentas incubaron
sus huevos por doquier/ perdí el principio de las cosas/ que antes
evitaban las catástrofes./ Una vorágine fría, perversa,
gigantesca, multiplicó la tristeza/ el desorden, la desposesión/
e inauguró el horror sus destrozos/entre las redes de mis sueños./
Para no ser víctima prematura/ de las fuerzas innobles de un nuevo
orden/ cedí los imperativos de mi sangre/ a una estafa disfrazada
de progreso,/ me fui olvidando de mis muertos/ de sus huellas que fundaron/
mi amor por los caminos./ Otra cu7ltura imantó mi deseo/ y exigió
cada día la renuncia/ a la pronunciación de la palabra futuro./
Para personas como yo no había futuro/ eso estaba establecido/
antes que arribara a estas tierras/ y estaba escrito en los espejos/ en
sus trenes, en sus puertas/ en el titilar incierto/ de sus miradas esquivas....(Fragmento)
3.- Algunas voces sensualistas de la poesía latinoamericana. El
nacimiento de "Café Berlín".
El exilio voluntario o obligado necesita lavar mentalmente esas cadenas
de injusticias que trajo al poeta argonauta a estas tierras alemanas.
Otros poetas mas sensualistas en su espíritu han podido llegar
a esos dominios, para ello es necesario: una buena dosis de humor escéptico,
nada corrosivo, un impulso de ironía, algo que a veces nos falta
para compensar esa vida de soslayo que se lleva y para recrearse con el
sol cuando este nos alumbre. También se necesita de una musa (s),
que nos deje adecuar el tiempo en ese equilibrio del caos y del orden
que se vive, entre las cosas que se han idealizado y las cosas que son
reales. Ella no trasladará a los planos de las reflexiones ideales
y no nos desgastará al tratar de construir lo antes sucedido. Tratar
de recomponer este tiempo o apenas tratar de compararlo sería entregarse
al lamento y a la nostalgia, máxime en la hora de los cambios que
estrangulan hasta los bolsillos del poeta.
Jaime de la Gracia, el poeta colombiano de la dispersión, en su
poesía del exilio voluntario, en tierras alemanas tiene otro carácter
diferente a Arturo Prado Lima, tal vez, porque Berlín es una ciudad
más abierta a todos los espíritus que vienen de todas partes
del planeta, una ciudad donde existe la emancipación de la mujer,
y también los movimientos anarquistas, y el liberalismo; y el socialismo
tienen su asidero, no solamente en las cosas espirituales, sino es una
mentalidad en lo material y lo espiritual. El socialismo vive cada día
en las controversias y nuevos afanes de exponer una política mas
adecuada con nuestros tiempos. Aquí, en Berlín, hasta los
partidos conservadores mudan de piel con las vaivenes de la política
actual, en la balanza de las componendas sociales después del término
de la llamada guerra fría. Aquí la inteligencia tiene algo
que decir, la inteligencia es innovadora y una fuerza que ridiculiza hasta
las fuerzas más conservadoras.
Leamos lo que el poeta escribe en el Poema 29, desde la gran ciudad berlinesa:
Aquí estuvo/ La mujer/ (Y allá la ventana / Y la puerta
de la casa/) Ella maquillaba peces / Que aquí estuvo/ Que soltaba
bajo la lluvia/ Los echaba a andar/ Sobre un mapa/ Señalaba con
un dedo/ La profundidad de su ombligo/ ( Otra vez al viento) Cantó
para los sordos/ Sé que no mentía (La he visto super/ Veces)
También en el Poema 45, escribe: Tierra/ Firme/ Manantial amargo
de aguas dulces/ Guerra de todas las guerras/ que me trae la Paz/ Cántaro
de arcilla milenaria/ Capaz de contenerme/ En su vientre /Fresco y húmedo/
Tigre de mil rayas/ Ese amor.
Los caminos del simbolismo son guiados por líneas luminosas y por
los diversos laberintos en un mundo que se debe de parecer al infierno
en la satisfacción espiritual, en donde el poeta recorre toda esa
variedad multicultural de voces, las repúblicas diferentes del
Arte y de la poesía erótica, la recreadora y reflexionadora
de la vida, "No es fatiga el peso de tu peso / No me canso de tu
nota / Me gustas cuando aguajeas / Cuando te anudas embrullada."
En su libro "Poemas de la Dispersión"-poesías
minimalistas o miniaturas poéticas- fluyen las voces de un Yo intimista
y sintético, y advierto este desenvolvimiento que engendra al paso
de uno a otro estado entre "el caos y el orden", entre los disímiles
colores de la Luz: "El río que pasa dos veces es el verdadero."
O también, como de la Gracia en otros versos escribe: "Los
ríos no van al mar / Los caminos no pasan por Roma / Ella hoy se
va a la biblioteca." Esta suma - resta óptima o dialéctica
binarista en su dinámica nos permite entender al proceso de desarrollo
de contrarios de una generalidad real-existente como idea ya fija de la
Humanidad de nuestro tiempo, pero él la adecua a otro movimiento,
es decir, desarrolla la regresión de la contradicción como
el producto de las realidades diversas y como antípodas frente
a las metáforas lineales y férreas de los arquetipos clásicos.
Y ello el poeta lo logra por oposición: "Si aparece el sol
/ Lo hará por sustracción." Es decir, la provocación
y el encanto que engendra la palabra en su caída, con su perfume
nocturno, con sus mariposas diversas de sueño, con sus alas de
Ángel y de Demonio, con sus advertencias y crucigramas, con su
diálogo de Río y de Luna, y su acecho de jaguar en una rama
esperando que la sombra de la Luna cubra al mundo. "El cielo debe
ser un lugar / De purgación / Porque es el sitio al que / Aspiran
los astutos." Y como nos damos cuenta, el poeta no persigue a las
imágenes, ellas vienen a él como los escarabajos o las mariposas
a la flor, atraídos por el perfume del Orinoco, vivo como una serpiente
de piel que transpira al color de la tierra fecunda: "Las piernas
blancas / Dentro de la flores blancas / Paisaje erótico creciendo
/ Con sol gordo entre tus piernas."
Jaime de la Gracia no tiene mecenas que le apoyen sus proyectos culturales,
pero tiene a las Nereidas, y ellas lo rodean y les sirven como fuentes
de inspiración y son sus acompañantes por todos esos caminos
ariscos y cortantes, pues él sabe que hasta la provocadora Circe,
sobre esa isla Aia, siempre lo estará esperando, o como el poeta
escribe con marcado sensualismo:" La ropa secándose / colgada
del alambre dulce."
También Jaime de la Gracia tiene una adquisición de hace
tres años, como una pintura a lo Claude Monet o como un manantial-afluente
del gran Orinoco: "¡Café Berlín!" , que
sale como revista y en las páginas de internet. Y él es
audaz y osado, pues lograr esa obra de talento y continuar trabajando
por amor, ya se lo hemos repetido, "eso no es una empresa para diletantes."
La literatura, especialmente la poesía y el arte pictórico
del mundo latinoamericano en Berlín, es como la pasión por
el deporte, al que hay que saber quererlo y tratarlo cuando se quiere
que los espectadores lo gocen espiritualmente y lo sientan con todos los
sentidos. Pues, quien desea exponer su obra en una galería berlinesa,
no se debe apoyar sobre una firma o sobre un mecenas. El espacio berlinés
es su descubrimiento y su conquista , y en este terreno, hay que saber
conquistarlo, o como él dice: "Hay que saber jugarse el pellejo",
sobre todo, en un país donde todas esas posibilidades parecen ya
agotadas.
Otra muestra de la poesía erótica, hecha en Alemania, con
el giro de un lenguaje directo, mas descarnado, pero al mismo tiempo mas
sincero, es el libro de la poeta peruana Sui Yun, Soy un animal con el
misterio de un ángel. Este libro, impreso en el Callao, Perú
2001, nos permite ver lo que impregna el carácter del poeta, pues,
su contenido refleja una alma activa en sus propias andanzas, consumida
en sus grandes pasiones, oscilante siempre en sus búsquedas entre
la soledad y la añoranza.
Polar ya es la metáfora del título, y creo, que solamente
ha podido escribirse inspirado bajo otra filosofía, bajo la igualdad
de condiciones de sexos y de las relaciones, pero hecho desde el polo
del pensamiento extremo.
Hay oculto también debajo del lenguaje una expresión de
nostalgia, que el lector, no puede ver , sino a menera que se introduce
en el libro y al hacer del mismo una reflexión total. Lo que es
y lo que debe de ser
según los sentimientos y ambiciones y obcesiones frente al amor.
Pues la realidad son mundos diferentes o varias, y no acuden así
como los deseamos en la medida de las ambiciones personales.
Creo, que en esta esfera, Sui Yun, refleja en el plano de lo personal,
la existencia de esos dos mundos Alemania/Perú. En el mundo que
se vive y al que venimos para renovarnos. Ellos se contradicen en la realidad
y el pensamiento, como vivir entre sueños y las mismas pasiones.
Sé / que me amarás esta noche/ de tus encuentros con otras
mujeres/ la pastilla bordeando sus cantos/ de sirena embrujada/ mientras/
al amanecer/ otro humo, otro rostro/ ensombrecerá tu fémur/
entre carnes y monturas blancas/ en oscuras noches de delirio. No/ no
podrás ensangrentar ante el recuerdo/ y sin embargo/ tu pulso te
detendrá en el tiempo/ en que me amabas/ mientras/ poseías
otras ninfas/ loco por olvidarme.
También: Tu semen ha abierto mi pubis en/ luna/ de agua/ Porque
en el cielo de Amancay,/ pronto/ hubo un conjuro de estrellas/ y/ no eran
tus labios mojados,ni tus/párpados húmedos que amasan/ la
tierra// es la historia de Chavín que/ conjurando estrellas/ y
atravesando muros indomables/ por la/ historia/ quiebra el fémur,/
la óptica desleinable/ incesta./ Abancay no se viste de perlas
y/ s desnuda como el viento en/ un sol de cuaresmas: recorre las/ iconografías
de las piedras y es/ ella en canto ditirámbico de la estela.
4.- La poesía Existencialista de Mario Markus
Mario Markus, vive en su exilio voluntario en Alemania, en su Ser, mitad
chileno-mitad alemán, él es un experto en fisiología
molecular del Instituto Max-Planck de Alemania y tiene el espíritu
de un renacentista moderno, pues además de creer en la fuerza de
la ciencia cree en el poder del arte y de la palabra. Entre la ecuación
racional de la ciencia y del sentimiento humano, el hombre es integral
y guarda un equilibro humano y verdadero. Su poesía es existencialista,
cargada de ironía y de humor corrosivo, sus gestos y su forma teatral
de ver las cosas así denuncian el caracter de ver las cosas en
las sociedades de consumo, sea cualquier país de Europa.
"En el poema "En viaje a España", la trama existencial
ironiza los cambios históricos en las agujas de los relojes de
un tiempo presente, en el viaje de un día que se le presenta corrosivo,
que describe la marcha cotidiana de los peregrimos y los turistas que
transitan a través de la grandes ciudades en busca de nuevas imágenes
que satisfagan sus ansiedades desmedidas por el agotamiento y el stress,
pues a ellos les agobia la insatisen facción de sus deseos. Los
cambios activos de imágenes también de las ciudades nos
recuerda a cada hoja impresa que sale de sus diagramas visuales en su
movimiento y ritmo. En los últimos versos, se muestra el escenario
de un boulevard donde el poeta descubre esa contrariedad: "azúcar,
leche, semblante triste./ Enorme está el sol hoy día...
y frío." Y ese boulevard me recuerda a una gran plaza de la
Grecia antigua, con un gran movimiento de gente en la cual, de pronto,
emerge la figura del filósofo Diógenes, quien vivía
en un tonel, gritando a los presentes o para sí mismo sobre los
problemas de la existencia humana. Aquí la figura es la de un ebrio
que dice: ¡La soledad no existe!
Cambio de tren en Avignon, /dos horas entre Norte y Sur. /Marcha obligada
al palacio papal, inmenso ataúd amarillo y vacío. /Un café
en el boulevard: azúcar, leche, semblante triste. /Enorme está
el sol hoy día... y frío. /Un ebrio grita en la calle: /¡La
soledad no existe!(Poema En viaje a España)
En el poema "El país sin nombre", el poeta en diálogo
directo con su interlocutor, nos muestra las diversas caras de una paradoja
cultural histórica, de una identidad artificial ganada por hombres
que han descubierto la apariencia como un modelo de vida para poder subsistir
en el mundo de las infinitas posibilidades, es decir, un modelo permeable
y absurdo a un estilo de vida humana.
El país sin nombre
- ¿De dónde viene Ud?
- "De los Estados Unidos"
-¿Estados Unidos de Brasil, de Venezuela?
- "No de Norteamérica"
- !Ah, de los Estados Unidos de México!
-"No, de América"
-Si, ¿pero de qué país?
-"De los Estados Unidos"
-¡Ah, entonces ya sé cómo se llama usted! ¿
No cree que lo sepa, eh?
Pues se llama usted "hombre".
¿Y sabe cómo lo adiviné?
Usted y su país están por encima de todo
que no necesitan nombre.
5.- Latinoamericanidad en Alemania
Los escritores latinoamericanos forman una minoría como extranjeros
en Alemania, y están dispersos por todas las ciudades de este país.
Hay una búsqueda de una identidad cultural a través de la
palabra. El idioma rompe las barreras culturales de los países
donde venimos y así mismo nos ayuda a comunicarnos en el país
donde residimos, ya que las causas de la emigración son por índole
forzada, voluntaria o razones económicas y sociales.
El lenguaje castizo es el vínculo de comunicación de los
escritores latinoamericanos pero también lo es como forma escritural
y de expresión necesaria. Hay además, una línea individual
y colectiva de trabajos escritos y publicaciones, y de lecturas en diversos
escenarios y en encuentros culturales. Todo es rotante en este mundo de
la velocidad y del consumo.
El lenguaje castellano permite ese vinculo y la aceptación entre
los miembros de las comunidades latinoamericanas, sobre todo, entre los
intelectuales. Algunos escritores de los diversos países de América
Latina, se integran así mismo en círculos, hacen grupos,
tratan temas y difunden así las historias y las tradiciones de
nuestros pueblos. Pero no todos mantienen vínculos con los otros
relacionados a sus trabajos intelectuales.
Hay otros escritores que hacen reuniones a través de países
y otros han formado círculos. Existen, por ejemplo, en Berlín,
la asociación Gabriela Mistral, conformada por chilenos; Canto
de Flores, Berlín, un círculo de mujeres latinoamericanas,
MeloPoeFant, Berlín, un grupo mixto pero que realiza su trabajo
con alemanes). Destaca también ALA (Asociación de Escritores
Latinoamericanos).
Funcionan asímismo la revista Ila cuyo Director es el peruano Walter
Lingán, la revista virtual Café Berlín, que dirige
Jaime de la Gracia de Colombia, la revista virtual VULCANUS, que dirige
Walter Trujillo. Entre los Eventos más importantes está
la Cita de la Poesía: Berlín- Latinoamérica que se
realiza en la primavera berlinesa.
También existe una forma de refugio del escritor y la no ampliación
de su comunicación a la sociedad alemana. Este proceso es menos
complejo en España, ya que aquí la comunicación se
ve facilitada a través del idioma castellano.
6.- Los temas que aborda el autor en los trabajos sobre la diáspora
en algunos poetas estudiados
El proceso de trabajo y tematización de lo propio y lo ajeno es
el proceso de confrontación cultural en la llamada fase de "integración",
y la recepción de otra cultura y de sus valores. En ello hay una
dialéctica de rechazo, de aceptación, de adaptación,
o de búsqueda de nuevas variantes temáticas o mentales de
acuerdo a los objetivos ideológicos del escritor.
En este proceso mental se abren hondas reflexiones sobre los países
de origen, que sobre todo se sustenta en el arraigo autobiográfico
y la confrontación real con el país donde se reside. Esta
evocación, o añoranza que afloran en los recuerdos es una
forma de conciencia que puede denominarse como una "identidad consistente"
con el lugar del origen, en donde el escritor trata de hallar los puntos
de conexión o el rechazo a muchos de los valores occidentales.
La esquematización particular de estas características comunes
de arraigo, son la nostalgia por la tierra del lugar de origen, las vivencias
mentales. También los son, los recuerdos familiares y las costumbres
de vida que afloran desde el subconsciente.
Como hemos visto, en los ejemplos de arriba, los poetas, muchas veces,
no se circunscriben a la reglas escritas, o sencillamente, no acepta los
procesos de "integración" que vienen de las leyes de
un Estado. Ellos trasmutan sus reglas de vida y valores.
Los casos confrontación surgen frente a las nuevas experiencias
y que pueden darse en diversos planos de lo racional, de lo afectivo,
de las tradiciones y las costumbres, pero también pueden ser ser
razones históricas y de mentalidad. En otros casos, son un resultado
contrario y como una crítica a las imágenes que fueron idealizadas
en los países de origen, ideas que contrastan con otra realidad
sobre los cual les toca vivir, describir o poetizar.
También el escritor escribe sobre los procesos de enajenación
mental, que se vive en las grandes urbes europeas a consecuencia de los
procesos de una integración contradictoria, y en un mundo no acorde
a sus valores, dentro del cual el toma una forma de vida nueva, quiera
o no lo quiera. Y ello, deviene en un proceso contradictorio.
También los procesos de enajenación que se viven en las
grandes urbes europeas, derivan muchas veces, en la búsqueda de
una estrategia del poeta o escritor para subsistir a consecuencia de una
"integración formal", determinada por las leyes de una
sociedad en las cuales el poeta y escritor no vive en conformidad o armonía.
A veces, estas leyes en su formalidad, le son adversas. Hay también
procesos de "integración, y nuevas formas de vida que son
aceptadas, pero ellas forman algunas excepciones.
Los procesos de creación escritural y de reflexión de los
poetas latinoamericanos están condicionados por la seguridad del
trabajo o no, por la profesionalidad o no, y sus estrategias son diferentes,
de la misma manera los modos de vida que ellos mismos han trazados, también
son diferentes. Todo ello, no refleja la totalidad de los modos de vida
de los poetas en forma uniforme. Las razones de la existencia de vida
es diversa, también sus mundos mentales, y su acción escritural
en cuanto al trato de algunos problemas necesarios. Muchos poetas también
incluyen en sus trabajos temas sobre la vida alemana y de otros países
europeos y los generalizan en los rubros de sus experiencias.
También el modo de vida de "integración", es decir,
el paso por el mundo real donde uno se ubica, crea las nuevas imágenes
que se van integrando a la acción escritural a través de
procesos creativos en la poesía y en lo narrativo. En algunos poetas
se imprime un estilo hacia lo breve y lo sintético de lo que recepcionan
de los dos mundos con los cuales se confrontan, y en algunos casos, hay
poetas, que tratan directamente hasta los problemas europeos.
Ejemplo: El poemario Ort/U-Bhan, de Canto de Flores. Los poemas nos dicen
de lo que acontece en un metro urbano, donde las poetas recogieron sus
experiencias de viaje. La realidad es aquí lo más saltante.
En otros escritores hay un impulso hacia la dialéctica en regresión,
es decir, se ha creado un espacio ya no lineal y que tiene que ver con
temas poéticos más sintéticos de alcances elevados,
que reflejan una totalidad de temas globales, históricos, sociales,
y que nacen y forman los nuevos impulsos de ver la unidad de las leyes
de la naturaleza y la sociedad en su conjunto. Esto posibilita una nueva
literatura de Vanguardia en esa diáspora.
Se nota dentro de estos poetas el manejo de un lenguaje más racional,
mas abreviado por la metáfora, y el manejo de expresiones visuales
y acústicas como un complemento de expresión. Estas imágenes
metafóricas surgen de una manera de interpretar la vida global
diferente, de la simbiosis de no solamente detenerse pasivamente, sino
participar y activar sobre una realidad, y comprender al mismo tiempo
a otras realidades, produciéndose, a veces, una simbiosis de dos
mundos, en donde se mezclan identidades de una y otra cultura. Ello es
también un reflejo de los procesos que se viven en el mundo entero,
actualmente.
7.- Temas sobre la diversidad literaria existente
En la poesía, hay ejemplos de sensualismo, un producto de las llamadas
emancipaciones del individuo, que sumerge a algunos poetas latinoamericanos
a refugiarse en la llamada emancipación de la vida sexual, haciendo
un ego solamente de este mundo.
Aquí la realidad descrita y hecha en metáfora, pareciera
inverosímil a nuestros países, pero lo es en lo que ocurre
en los países liberales. El gozo solamente por el gozo y la recreación
del cuerpo es el canto del poeta, la vida se asemeja a un reloj de tiempo
que gira sobre nuestras costillas, donde el corazón vive dando
saltos. Las poesías del colombiano Jaime de la Gracia, la poeta
peruana Sui Yun, refleja ese grado de sensualismo. Las imágenes
cargadas de viva sensualidad, son partes constituyentes de la poesía
erótica. También se nota ello, en la poesía simbolista
del poeta colombiano, Arturo Bolaños, que radica en Barcelona.
Este no es el caso de Arturo Prado Lima, poeta colombiano que radica en
Madrid. El viene de un país que vive una guerra y el escritor vive
en el exilio obligado con su esposa e hijos.
Hay notas de pesimismo en su poesía donde se observa el comportamiento
verdadero y la frustración del país donde reside. Su poesía
refleja la imagen verdadera de un país al cual fuimos asimilados
colonialmente y en su poesía refleja ese comportamiento de España
como el de una conquista.
El mismo tono contradictorio lo asume la poeta boliviana Martha Ganthier.
Ella traza coordenadas referentes a la mentalidad alemana. Ella vivió
mucho tiempo en Berlín, y participó en el círculo
MeloPoeFant. Berlín, tampoco le cayó bien, y se fue a vivir
a Colombia.
En otros casos, esta confrontación nos invita a la búsqueda
de nuevas reflexiones culturales. La búsqueda de nuevos horizontes
de pluralidad y de interculturalidad, como es mostrada por el poeta peruano,
Víctor Bueno Román, que se esmera en mostrar un lenguaje
universal acorde a todas los países.
También otros trabajos poéticos sobre Alemania y España
abordan los temas sobre la xenofobia y sobre el rasismo alemán
y español.
Hay temas que muestran un contenido patriótico latinoamericano,
temas de reflexión histórica cultural, pero también
reflexiones filosóficas.
8.- Conclusiones
Hay una poesía de vanguardia que se viene fomentando en Europa.
Hay círculos que se reúnen periódicamente y sus actividades
y eventos las realizan en casas y centros culturales. Hay círculos
literarios que han redactado hasta manifiestos y hacen periódicamente
publicaciones y lecturas tanto individuales como de grupo en diversos
escenarios.
Hay poetas que acreditan sus obras y publicaciones de libros e impresos,
en páginas webs. Algunos de estos escritores y poetas fomentan
la crítica literaria, se entrelazan a otros círculos y movimientos
culturales de Latinoamérica y hacen promoción cultural.
Hay poetas que hacen su accionar en los círculos literarios; en
cambio otros mantienen su personalidad en estado de independencia. Muchos
de los poetas que integran círculos han creado hasta un propio
ideario literario.
Hay poetas mujeres que se han organizado en círculos literarios
como "Cantos de Flores", en Berlín, y mantienen una amplia
difusión literaria, asó como MeloPoeFant, que trabaja conjuntamente
con poetas alemanes y fomentan la llamada Cita de la Poesía: Berlín-América
Latina .
José Pablo Quevedo
Poeta, Escritor y Crítico Literatura
AIMÉE G.
BOLAÑOS
Poesía y diáspora: tres cubanas viajeras
En el contexto de la diáspora y preguntándome sobre el sujeto
ficcional que crea y es creado por la poesía, leo a Juana Rosa
Pita, Alina Galliano y Carlota Caulfield[1] en su experiencia viajera.
La lectura que sigue es asumidamente personal, de autoesclarecimiento,
al relacionar textos para intentar una trama[2].
Según Jesús J. Barquet, iniciada en 1959 y conocida con
nombres diversos y polémicos como exilio, emigración o destierro
posrevolucionario, la diáspora cubana cuenta con un vasto corpus
poético dinámico y multiforme, con focos dispersos por el
mundo (Estado Unidos, España, México, Francia, Venezuela,
Chile, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Suiza, Sudáfrica,
Inglaterra, Suecia), corpus que desde los años setenta vive en
constante enriquecimiento producto de las sucesivas emigraciones de poetas
formados en la Isla y los formados literariamente fuera del país
o que publican sus primeros libros ya en el destierro. (Barquet, 2002:
20).
Odette Alonso argumenta que nuestra diáspora contemporánea
está dividida en tres grupos: los que dejaron la Isla durante los
primeros años de la Revolución, el éxodo de El Mariel
en 1980 y las migraciones desde fines de la década del ochenta
hasta hoy. Sin embargo, en las mujeres poetas esta división da
un salto temporal. Después de la gran migración de los años
sesenta y setenta, la hornada más significativa sobreviene a finales
de los ochenta y las décadas siguientes, de manera que, para su
estudio, es fácil identificar sólo dos grupos: años
sesenta y setenta, y de finales del ochenta hasta hoy [3].
Al entrar en la poesía de la diáspora, destacaría
la recurrencia de las escrituras de sí mismo que funcionan como
operadores con vida propia del sujeto de la enunciación inscrito
en sus espejos-libros. Ciertamente, las poetas de la diáspora cubana
se miran en el espejo, a la par, proyectan sus espejos en los espacios
de las múltiples culturas donde se travisten y traducen. Especialmente
revelador es el poema "Londres, cualquier día", de Carlota
Caulfield, por su configuración de una artista viajera transcultural,
viviendo su pasión por las palabras:
Me he paseado por todo Londres
con mi viejo abrigo de cuero negro
y un sombrerito de tela, torcido en los bordes.
De mí nadie sabe nada, sólo que soy una poeta en tránsito,
que hablo inglés con cierto acento indefinido,
Y que mi nacionalidad es confusa
[
]
Lo que quiero es empaparme de arquitecturas y panoramas.
Ver cómo la gente se amontona en los cruces de calles,
cómo los monumentos cambian de forma,
y cómo reúno fuerzas para poder regresar a mi hotel,
y cambiarme de ropa en diez minutos y volver a hablar de poesía.
(Caulfield, 2003: VII)
El viaje simbólico abierto a significaciones sin fin, tan expresivo
de la conciencia diaspórica, se deja leer en vínculo profundo
con el yo inagotable de la poética de Alina Galliano:
Escribo para decirte que he comenzado el viaje
con esta acción se rompe todo lo ya previsto,
así que he regalado mis recuerdos, las prisas de mis pies,
las puertas que he cruzado,
los marcos de ventanas donde colgué mis ojos
retomando paisajes de rostros y estructuras,
robándole perfiles a todas las ciudades
que nunca se sintieron de ti favorecidas
al escuchar tus cantos trepar los edificios a modo de escalera
para irrumpir de pronto y trastocar atmósferas.
Ahora reconozco que no hay lugar ni puerto
que pueda contenerme, [...]
(Galliano, 2007: 187)
En las rescrituras míticas de Juana Rosa Pita, el sujeto diaspórico
aparece con proliferantes signos de identidad. La autora inventa a Penélope
y, como piensa Reinaldo Arenas (Pita, 2007: 136), al iluminarla se ve
a través de ella en su esencial condición de poeta, transformadas
en un solo personaje, infinito en el canto. Su viaje interior tiene la
constitución metaficcional de la escritura que, en medio de las
pérdidas, defiende el poder genésico y liberador de la imagen:
No basta con tejer para la espera
es preciso viajar: volar la pluma
por la ternura encuadernada en sueños:
chalupa más sutil
cóncava y ágil
que las viriles naves de Ulises
intermitentemente prisionero.
Madre isla que estás venida a remos
convertida en solar de pretendientes:
infundiendo los viajes
¿quién guardará tus playas de naufragio?
"Penélope no está: queda su imagen"
(Pita, 2003: 59)
Y cabe pensar que si toda diáspora implica, al menos, un viaje;
el viaje, como clásica metáfora de la modernidad, no resulta
necesariamente una experiencia diaspórica. En el caso del sujeto
diaspórico se transforma en viaje transcultural, síntesis
simbólica de un conjunto de experiencias viajeras, modificando
el sujeto también los espacios que transita. En este orden de pensamiento,
Caren Kaplan llama la atención sobre diferentes entendimientos
de viaje y desplazamiento, modalidades discursivas metafóricas
vinculadas a etapas de desarrollo de la modernidad tardía y precisa
que la noción del sujeto cosmopolita de la diáspora emerge
a partir de los años 80 (Kaplan, 1996: 122). Atvar Brah piensa
la diáspora postcolonial como expresión de movimientos migratorios
generalizados, inherentes a las nuevas configuraciones transnacionales
del capitalismo tardío, en los que no siempre la idea del retorno
al país natal es determinante. El deseo de hogar no equivale al
deseo de volver al lugar de partida. Interesa no solo de donde se partió,
sino las formas de desplazamiento y la proyección en comunidades
imaginadas que se integran en interrelación con otras prácticas
culturales (Brah, 1998: 179). Por su parte, Stuart Hall investiga las
configuraciones de identidad en la diáspora caribeña: diáspora
sobre diáspora. Su visión arroja luz sobre las estrategias
de abertura y sincréticas de la estética diaspórica,
cuyos centros no tienen lugar fijo, trasegando los artistas variadas influencias
y fuentes de inspiración al desarticular y rearticular sentidos
simbólicos. En su lectura de prácticas creativas de la diáspora
actual, concluye que la cultura no es apenas un viaje de redescubrimiento
o de retorno, sino de producción. No es una cuestión de
ontología, de ser, sino de tornarse (Hall, 2003: 44).
En la poesía de la diáspora cubana, sus figuras se reconocen
poetas en tránsito. Como tales circulan en diferentes zonas del
saber y entre variadas culturas, pueden estar entre de donde se partió
y adonde aún no se ha llegado. En ese rico y contradictorio intervalo,
en ese estar entre se forman como seres itinerantes, viajeras memoriosas
que tejen los numerosos imaginarios en el matizado telar de su diáspora.
Al inventar espacios y desmarcar fronteras, las poetas trazan una singular
cartografía en la que los mapas exteriores e interiores se presuponen.
De ahí la presencia también protagónica del espacio,
topo no solo de encuentros y anagnórisis, sino de dramáticas
vivencias de soledad y desarraigo, propias del oficio y el exilio, refugios
del imaginario donde los sujetos diaspóricos se encuentran en una
memoria compartida, habitada desde adentro por las más complejas
ficciones de identidad.
En esta cartografía, las ciudades, de variado formato y tesitura
imaginal, funcionan como figuraciones cosmológicas. Ciudades que,
a su vez, encapsulan las casas de la historia familiar, piezas claves
en un imaginario de presencia-ausencia. El tropo de la casa, como modo
de nombrar familia, estirpe, espacios originarios, recurre en la poesía.
En esas casas antropocósmicas hay vida espiritual, están
habitadas por la historia, son el teatro de los perfomances personales.
Casa y viaje dialogan con renovados significados en Carlota Caulfield:
Aimée y yo no hemos encontrado el primer laúd del mundo,
aunque lo hemos buscado minuciosamente,
yo en mi francés infantil, y ella con su suelta lengua belga.
Pero sí hemos descubierto un tesoro arquitectónico y sentimental:
casa de mi abuelo, alta blanca, huesuda como un animal prehistórico
en buena forma.
Y como yo soy casi especialista en reliquias
una sentimental casi de telenovela, me puse a llorar de alegría;
casa, morada, palacio señorial que albergó la diáspora
de los míos,
en un París de excepciones y gestos.
(Caulfield, 2003: XV)
A diferencia del flaneur de la modernidad, y aunque comparta su genésica
mirada, el vagabundeo del yo de "Rue de la Messine 10" le permite
recuperar restos de su biografía y, con ello, dejar su huella en
la trama metropolitana. La autoficción, inclusiva de la parodia
del sujeto sentimental del romanticismo, descansa en una genealogía
que descubre pertenencias en el desplazamiento y transforma la anomia
del paisaje metropolitano. La mujer que habla, observadora del movimiento
de la ciudad fulgurante, encuentra no cualquier morada, sino la de su
diáspora. Esta casa, donde conviven la diseminación y la
fijeza, está animada de un doble movimiento: excéntrico
hacia el mundo y de convergencia, a la búsqueda de hogares fuera
del hogar. Finalmente la errancia deviene una compleja experiencia de
postexilio, no responde más a la ortodoxia de un signo cultural
o memoria única, es un significado abierto a las percepciones y
saberes del sujeto en diáspora.
Y con la casa, aparece el cuerpo de las autofundaciones, que se alimenta
del yo viajero e inscribe el espacio íntimo en las dimensiones
vastas de los trasiegos de culturas. Así Alina Galliano crea singulares
mapas eróticos-culturales. Su libro, En el vientre del trópico,
al actualizar fuentes originarias, corporifica la falta en una experiencia
sensual y espiritual de esplendor formal. Enunciación metafórica
y metamorfosis conviven en el poema II:
Por semanas enteras he tratado
de sostener
entre saliva y lengua
las posibilidades de un caimito,
pero los dientes
carecen de memorias,
viven en desidencia
con el trópico,
son incapaces de atravesar
los meridianos del sabor, su furia,
que trajinando el paladar
conversa con un proyecto de pulpa
en coito perfecto
con mis muelas.
Entonces desde aquí
soy la otra boca en mutación
que puede lo mismo
que un manglar bordear la Isla,
definiendo los paralelos del olor,
marcando
la zona donde el hambre come espejos.
(Galliano, 1994: 24)
La memoria crea múltiples formas del yo en sus mimesis y metamorfosis.
Al identificarse con las formas del movimiento autogenerativo, no importa
si fantástico o icónico, la poesía recuerda imaginariamente
y hace ficción con la memoria. La voz autoral crea una ambivalente
existencia especular: autoexpresiva y contextual, de introspección
y exteriorista, más allá del narcisismo autorreferente.
El discurso ficcionaliza el paso lúcido y delirante hacia todas
partes. Reminiscencias y prospecciones, desde el presente de la enunciación,
hacen del poema un jardín de senderos bifurcados, donde transita
el sujeto transnarcisista, aquel que con sus máscaras autoficcionales,
y hasta heterónimas, se proyecta en su trabajo creador, de cura
y renacimiento a través de la escritura. No por causalidad, Vicent
Colonna al caracterizar la autoficción especular, privilegia la
metáfora del espejo que, al reflejar la figura autoral, forma una
imagen de la escritura como trabajo, de su maquinaria y emociones, también
de su vértigo (2004: 119). En la poesía de la diáspora,
la figura de la autora-escriba aparece habitada por la obra en progreso,
no pocas veces, sorprendida al inscribir y escribir con autonomía,
hasta de sí misma, sus signos identificadores en el libro de la
memoria, registrando las formas fluctuantes de su ser creador, como pudiéramos
ver en "La furia de la cámara", cuando la poeta se retrata:
Ella es una mujer.
Está aquí
(y escribe poemas)
Ella se arma
(y se desarma)
como en un rompecabezas.
Ella mira hacia la cámara
(y oprime el obturador)
(Caulfield, 2003: 67)
De manera original, la autoficción subvierte el autorretrato clásico.
Más que representarse, el sujeto poético fabula el paso
de lo visible a lo invisible, de la existencia a la visión, en
una autoficción especular contentiva de imágenes reversibles
y multifacetadas, que funcionan como aberturas en abismo, reflejos especulares
de la mujer artista. El yo constituye una propuesta en abierto, debe más
a Proteo que a Narciso en la ficcionalización de la persona que
habla y escribe. Pero este dispositivo autoficcional está también
abierto a la alteridad, contiene una pluralidad de visiones y experiencias,
a modo de autorretrato en ojo ajeno. De esas trayectorias cruzadas entre
el yo y los otros, resulta el juego de identidad y alteridad, inclusivo
de la diferencia, tan presente en la poética de la diáspora.
Las fronteras veladas no separan, son también lugares de pasaje
(Hall, 2003: 33).
Evidentemente se trata de una estética que va más allá
de la concepción binaria de la diferencia de predominante referente
nacional. La propia condición diaspórica, en su productiva
tensión entre dispersión y orígenes, no puede ser
el polo opuesto de la nación y la nacionalidad, pero establece
otras formas de pertenencia; no supone distancia o pérdida irrecuperables,
sino un signo de movimiento multiforme que hace sentido en la diáspora,
marcado por contradicciones y antagonismos. En la busca de nuevos significados
metafóricos del viaje transcultural, la poética no es de
redescubrimiento arqueológico o restauración; por el contrario,
se constituye como de producción cultural. Patria, tradiciones,
cultura matriz no están apagadas. Junto a la memoria realista y
mitologizante, patente en la recurrencia del paisaje y la sociedad insulares,
la lengua, la infancia, la familia, las relecturas de las culturas de
origen, se desenvuelven otras formas de figuración expresivas de
la consumación del luto por la pérdida del "lugar"
originario. Como autoras migrantes redefinen continuamente su identidad
sin momento fijo de nacimiento, experimentan una incesante regeneración,
reinterpretando la pertenencia en términos de transformación.
Por eso, Juana Rosa Pita dice emblemáticamente en un poema de síntesis:
Se nace en un país
y en otro se renace.
Nos cría un fulgor sin fronteras.
(Pita, 2003: 133)
El sujeto poético se emancipa de su origen y primera identidad,
va más allá de sí, desbordando sus fronteras. Más
que en el retorno a sí, se escribe en un nuevo devenir. En este
espíritu, un poema como "Ciudadanía sutil" parece
dialogar con el anterior al contrastar celebración y desasido entendimiento.
El exilio se abre a otros significados alusivos a la trashumancia simbólica,
tan propia de la aventura humana:
Cualquier sitio es un distrito del exilio
total de la existencia a oscuras.
La patria es solamente un espejismo
precoz, y persiste reverberando
con gracias mil de oasis,
aunque ya degradada, en el recuerdo.
Pertenencia raigal da el aire nuestro:
pan de nosotros, de la estrella el vino.
Secreto nuestro rastro por la vida
como el de garzas y gacelas.
Nadie ni nadie puede separarnos:
todo exilio menor es ilusión.
(Pita, 2005: 30)
De filiación postmetafísica, la poética del tránsito
crea nuevos modos de tercera posición inclusiva, de identidades
transversas. Los textos funcionan por asociación y transformación,
modelan una lectura que transcurre en zonas de contactos. Las poéticas
autorales contribuyen a transformaciones de género, sobre todo,
relativas a la ficción cultural de sujetos poéticos memoriosos
y viajeros, inédita autoficción de la mujer artista en la
que la escritura tal vez sea la única matria. Esta mujer artista
no se constituye en la oposición de lo metropolitano y marginal,
se reconoce y celebra como confluencia de modos de ser y percibir el mundo
que fluyen en la contradictoria armonía de la poesía. De
ahí, la metapoesía performativa que focaliza el instante
de la escritura y la figura autoral, con sus numerosos espejos, en una
dominante textura metaficcional y autorreflexiva. La ficción intensa
y asumida forma una red que conecta a las autoras en un discurso poético
y de poética de notable pluralidad tonal y múltiples identidades
artísticas.
Considerando que la experiencia diaspórica postcolonial no es una
excepción, sino corre paralela a variados procesos de identificación
y sin querer transformar los márgenes en un nuevo centro que perpetúe
el pensar dicotómico y jerarquizante, es posible entrar en otros
mundos de la literatura cubana actual y acceder a diversos cánones,
no a un canon hegemónico "nacional" en permanente tensión
con la diáspora.
Para escribir esas multiformes travesías, la visión es transgresiva.
Postnacional y postfeminista parece ser. Así, los estudios literarios
tienen mucho que decir en la desconstrucción de las concepciones
ontoteleológicas, sobre todo, en lo que respecta a esencialismos
y prácticas de exclusión. Tomando las palabras de Edward
Said, valdría la pena imaginar la libertad académica como
un convite a desistir de la identidad en la esperanza de comprender y
tal vez asumir más de una (Said, 2003: 207).
Inmersas en su errancia, las poetas ensayan otros accesos epistemológicos
al conocimiento del mundo en su viaje transcultural, convidándonos
a leernos en los desplazamientos, disyunciones y confluencias que nos
constituyen al descentralizar los orígenes, para Gayatri Spivak,
tarea fundamental de la diáspora contemporánea (Spivak,
2003: 102).
Y en ese movimiento, también autocreativo, para terminar invoco
la palabra de Alina Galliano en el umbral de Litografías a partir
del aire, cuando ficcionaliza una experiencia de vasta resonancia en el
imaginario de la diáspora y de la cultura cubana:
Estoy en libertad,
ahora comienzo a saborear ese arte del viento
cuando acaricia las piedras y las transforma
al crear sobre sus superficies la memoria del viaje,
lo versátil de vivir sin fronteras,
de saber que nadie lleva consigo sus pertenencias
y que la vida es una pasión de amor incontenible.
(Galliano, 2007: 184)
Referencias
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de un mismo borrón. Comunicación presentada en la XVI Conferencia
Anual de la Asociación Internacional de Literatura Femenina Hispánica
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de octubre, 2005.
BARQUET, Jesús J. Nueve criterios para armar y una conclusión
esperanzada. En: BARQUET, Jesús J.; Norberto Codina (orgs.). Poesía
cubana del siglo XX. Antología., México D. F.: Fondo de
Cultura Económica, 2002. p. 7-39.
BOLAÑOS, Aimée G. Poesía insular de signo Infinito.
Una lectura de poetas cubanas de la diáspora. Madrid: Betania,
2008.
BRAH, Avtar. Cartographies of Diaspora. Contesting identities. Routtledge:
London/NewYork, 1998.
CAPLAN, Karen. Questions of Travel: Postmodern Discourses of Displacement.
Durham: Duke UP, 1996.
CAULFIELD, Carlota. Movimientos metálicos para juguetes abandonados.
Gobierno de Canarias, Islas Canarias, 2003.
-----------. A Mapmaker's Diary. Selected Poems. Translated by Mary Berg
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COLONNA, Vincent. Autofiction & autres mythomanies littéraires.
Paris: Tristram, 2004.
GALLIANO, Alina. En el vientre del trópico. New York: Serena Baus
Books, 1994.
------------. Otro fuego a liturgia. Prólogo de Aimée G.
Bolaños. Epílogo de Octavio de la Suarée, Madrid:
Betania, 2007.
HALL, Stuart. Da diáspora: identidades e mediações
culturais. Belo Horizonte: Ed. UFMG, 2003.
PITA, Juana Rosa. Cantar de Isla. Selección y prólogo de
Virgilio López Lemus. La Habana: Letras Cubanas, 2003.
-------------------. Pensamiento del tiempo. Miami: Amatori, 2005.
------------------. Viajes de Penélope/ I viaggi di Penelope. Prefazione
di Martha L. Canfield. Postfazione di Reinaldo Arenas. Pasian di Prato:
Campanotto Editore, 2007.
SAID, Edward. Reflexões sobre o Exílio e outros ensaios.
São Paulo: Companhia das Letras, 2003.
SPIVAK, Gayatri. Death of a discipline. New York: Columbia University
Press, 2003.
inicio
RICARDO CUADROS MERCADO
(Chile-Holanda)
¿Dónde perdí mi Itaca?
Cuando nos encontramos con extranjeros siempre es fácil asumir
que tienen un hogar. Todos tenemos un hogar, un lugar especial e íntimo
en alguna ciudad o pueblo, adonde nos apetece regresar. Algunos escritores
y artistas tienen una respuesta algo más sofisticada y aseguran
que el verdadero hogar es la infancia, el tiempo de la inocencia y la
imaginación sin límites. Lo que necesitamos sin excepción
es creer que existe un lugar donde todo encaja con nuestros deseos, y
cuando ese lugar no existe, lo inventamos. Una de las representaciones
más bellas de lo que intento decir es Alicia en el país
de las maravillas, de Lewis Carroll. En el universo del escritor inglés
Alicia puede pasar de la furia a la ternura o el desencanto sin necesidad
de justificar sus bruscos cambios de ánimo, y sin parecer una pequeña
histérica ante los ojos del lector. Las reglas del juego fantástico
le permiten también a Alicia conversar con plantas y animales,
tragar píldoras sin receta médica y mostrarse ingeniosa
hasta el punto de hacerse detestable. El mundo de Alicia está libre
de los rigores de la ley civil, de la lógica cartesiana, del "qué
dirán". Me parece la representación ideal de la edad
de la inocencia, justo antes del enfrentamiento con niños extraños
en la escuela, con los rigores de la disciplina social.
Conocí mi propio País de las Maravillas en un pueblo cordillerano
en el sur de Chile, San Fabián de Alico, donde nació mi
madre. Vivíamos en una ciudad cerca del mar, Concepción,
pero pasábamos los veranos en San Fabián y en cuanto llegábamos,
a comienzos de enero, yo me convertía en un pequeño buen
salvaje. Podía conversar largamente, de temas diversos, con caballos
y patos, traducir al español el lenguaje de los pájaros,
recorrer países enteros en un espacio que según los adultos
no excedía el kilómetro cuadrado. No recuerdo haberme aburrido
nunca y mi única tristeza era la del día en que la familia
hacía las maletas para regresar a la ciudad. En aquellos veranos
de infancia mi cuerpo y mente se fundían con la naturaleza y la
vida cotidiana de los campesinos. De manera instintiva, feliz, me sentía
en casa.
¿Cómo perdí ese País de las Maravillas? ¿Cómo
sucedió esa expulsión del paraíso? Simplemente por
naturaleza, por el paso inapelable de los años. Al final de su
aventura, cuando las cosas se están poniendo feas, Alicia enfrenta
la autoridad de la reina como lo haría un adulto: no acepta su
lógica absurda - la sentencia primero, después el veredicto
- y rompe la magia con un grito de puro sentido común: ¡Pero
si ustedes no son más que un mazo de naipes! Siempre me ha gustado
esta metáfora de Carroll: La infancia y su encanto son un tesoro
parecido a un sueño del que uno despierta justo antes que le corten
la cabeza.
El exilio es un castigo político que cuyo objetivo es mantener
el orden mediante la expulsión de disidentes, revolucionarios,
apóstatas y otras encarnaciones de la diferencia como peligro.
El exilio convierte al miembro natural de una comunidad en un extraño,
en una persona non grata. El decreto de exilio transforma el propio país
en un lugar prohibido. "Vete de aquí, no te queremos ver más,
ya no eres uno de los nuestros". Este es el mensaje que recibieron
de los poderosos poetas como Dante Alighieri y el filósofo Baruch
o Benedicto Spinoza. Lo mismo ha sucedido más recientemente en
Latinoamérica, Irán o China.
Formo parte del amplio grupo de intelectuales latinoamericanos que huyó
de las dictaduras en los años setenta y ochenta, pero mis motivos
para dejar Chile no fueron estrictamente políticos. No era miembro
de un partido, no combatí la imbecilidad criminal de la dictadura
con las armas; a lo más, hice algún acto de encubrimiento
de amigos en peligro, movido por el afecto, no por el heroísmo.
Quería vivir una vida decente y libre, eso era todo, y cada día
aumentaba mi furia y el peligro de terminar acribillado por un militar
o policía más furioso que yo, o taponado de calmantes en
una clínica siquiátrica. Nadie me forzó a salir de
mi país. De alguna manera se podría decir que elegí
el exilio, pero en rigor mis alternativas eran pocas: la muerte civil,
quizás la muerte violenta, o el destierro.
Perdí el paraíso de la infancia por el paso natural de los
años. Perdí mi barrio natal a causa de un proceso político
que desembocó en un golpe de Estado y una dictadura que duró
casi veinte años. ¿Qué he ganado a cambio? Soy un
escritor de lengua española que ha vivido los últimos treinta
años, más de la mitad de su vida, en un país de lengua
distinta, como es Holanda. ¿Cómo podría resumir esta
experiencia? La respuesta es que he aprendido a encontrar mi hogar en
la lengua. Lo aprendí de Homero, Kafka o Vallejo. En un momento
de gran lucidez, Heiddeger llegó a decir que la casa del ser es
el lenguaje. Creo que Heiddeger hablaba del "ser alemán"
y de la lengua alemana, pero lo cierto es que habló del ser en
general y del lenguaje como hecho universal.
La pregunta sigue en pie. ¿Existe un lugar en el mundo que pueda
llamar con propiedad "hogar"? Mi respuesta es no. Me puedo sentir
cómodo o completamente fuera de lugar en Amsterdam, Marraquesh
o la ciudad donde nací, Concepción. Tengo un pequeño
departamento donde me esperan mis libros y discos en Amsterdam y siento
un afecto entrañable por esta ciudad de exiliados, pero en el fondo
del corazón solo me siento en casa cuando entro en los espacios
de la literatura y el arte. Especialmente, cuando pienso y escribo en
mi lengua madre, el español.
inicio
EVA NAVARRO MARTÍNEZ
(Desde) un país propio
Una mañana temprano me despierto. Es una mañana de invierno
y está lloviendo. Estoy en Amsterdam y estoy sola. Me quedo un
rato en la cama tumbada boca arriba, mirando al techo y pensando: "Estoy
sola en un país extranjero
Todavía aquí después
de tantos años
" Y luego me pregunto qué es lo
que he perdido y lo que he ganado después de estos años
"¿Qué es lo que aún conservo de mi pasado, aquí,
conmigo?"
"Los recuerdos", es la única respuesta. "Los recuerdos,
la memoria, es lo único que conservo de la persona que era. Pero,
¿qué pasa entonces con el olvido? ¿Perdemos algo
de nosotros mismos, de nuestra identidad cuando perdemos los recuerdos,
cuando olvidamos el pasado?" Y entonces me viene a la cabeza uno
verso del poeta cubano Raúl Ribero, de su libro Recuerdos olvidados,
que dice: "cuando camino con los puños cerrados lo que llevo
en mis puños es el pasado". Y este verso pasará a ser
el primero del libro de poemas que empiezo esa mañana de lluvia,
sola, en Amsterdam, a miles de kilómetros de casa (de la que era
mi casa, mi casa del pasado). Un libro escrito, naturalmente, en español
y titulado Imperfecta geometría del olvido, que empieza así:
Cuando camino con los puños cerrados
lo que llevo en mis manos es el pasado
tierra seca
cuando intento simplemente acariciarlo
El pasado que olvidé o decidió olvidarme
Antiguos tesoros extraviados.
¿Es la necesidad de (re)descubrir quién era yo tan acuciante
sólo por el hecho de hallarme en una cultura, en un contexto y
en un espacio extranjeros? Quizá. Quizá lo es en el sentido
de que estoy usando la memoria como raíz y, también, como
casa. Raíz en el tiempo, raíz en el espacio y raíz
en la cultura.
Todo el mundo es pasado y presente. Somos nuestras memorias y las cosas
que olvidamos. Los recuerdos que queremos mantener. Los deseos y las experiencias,
cotidianas o especiales. Y, por supuesto, somos también el resultado
de nuestro contacto con el otro. Un "otro" que, en muchas ocasiones,
y en especial cuando se vive fuera, viene de una cultura totalmente diferente.
Yo soy ahora un producto resultado de mi origen español y de mis
experiencias como extranjera en otro país de Europa. Y aquí
surgen el sentimiento que comparten, creo, muchos emigrantes, exiliados
o los habitantes en una cultura que no es la suya original, sea cual sea
su causa: la sensación casi diaria de ser un extranjero en todas
partes. Sigo siendo extranjera en Amsterdam (aunque, al mismo tiempo,
se haya vuelto mi casa) y me he vuelto una extranjera, en cierto modo,
en España, en Granada concretamente, que es a donde suelo volver.
Y es que vivir en un país extranjero cambia al sujeto al añadirle
algo nuevo: un aspecto bicultural; un estatus o una conciencia intercultural,
que es al mismo tiempo la conciencia de no estar en ninguna parte. Al
menos, ese es mi sentimiento: siempre sopesando las dos culturas y siempre
viviendo entre dos formas (bastante diferentes, a veces opuestas) de expresión,
entre dos maneras de situarse ante la vida, de interpretar los hechos,
etc. Por tanto, el esfuerzo que todo ser humano ha de hacer para comunicarse
con los que le rodean o para ser entendido, se vuelve mucho mayor al no
estar en el "contexto original". Un "contexto original"
que, por otro lado, tampoco es ya mi contexto diario. Además de
esto, yo tampoco espero ser identificada todo el rato, especialmente,
no en el sentido "típico" o estereotipado de española.
Ser española, para mí es más una circunstancia que
un carácter y constituye más bien un instrumento de "re-emplazamiento"
dentro de un sentimiento de identidad, especialmente, cuando quiero tomar
distancia de la cultura holandesa (o norteuropea).
Por todo esto, el resultado, o la "solución" a este conflicto
de identidad es la construcción de un país propio: un país
subjetivo y metafórico que tiene elementos de las dos culturas
que comparto: la holandesa y la española, o, concretizando aún
más, la amsterdamer (y Amsterdam es una de las ciudades de Europa
donde se encuentra la mayor variedad de nacionalidades del mundo) y la
andaluza. En este sentido estoy tocando la noción de "homme
pluriel" del teórico B. Lahire; quien define al actual sujeto
postmoderno como parte de lo que se viene llamando la "sociedad individualizada".
Este "hombre plural" según Lahire actuaría antes
según su inclusión en subsistemas (acorde a sus circunstancias
personales) que por estar envuelto en actividades de integración
o identificación con una cultura nacional dada. En mi caso, (ya
que Lahire utiliza el políticamente incorrecto término de
"hombre" para referirse al ser humano en general) tengo que
hablar de la noción de "mujer plural", habitando un "país
propio", un país subjetivo construido según mis circunstancias
interculturales. Este contexto y esta situación forman la condición
desde la que escribo. La atalaya desde la que observar y experimentar
y registrar el mundo que me rodea: el presente y el pasado.
Si la literatura, de entrada, puede entenderse como una isla en la que
instalarse (como escritor o lector) o refugiarse del mundo. En la que
exiliarse. Escribir en una lengua distinta a la que te rodea, creo que
añade algo más a esa sensación de a-isla-miento (y
permítanme el juego). Escribir se convierte no solo en un refugio
construido con palabras, sino que es un parapeto elevado con palabras
distintas a las que se usan cada día, un refugio mismo de las palabras
cotidianas, y un diálogo con ellas o enfrentamiento. Yo escribo,
principalmente, en español, y sólo a veces he jugado con
el holandés, o el inglés, como lenguas literarias (que es
diferente a usarlas en la calle o en el ámbito académico).
Sólo en el ultimo año he hecho intentos más serios
de escribir (creación literaria) en estos idiomas. Me gusta hacerlo,
pero la sensación que experimento con ello es la de haberme puesto
para escribir un traje prestado, un traje que no es mío y que por
tanto no termina de encajarme: unas veces me queda corto de algunas partes
y largo de otras, las mangas no me llegan, las sisas me hacen daño
o me hace bochas por algunos lados
No obstante, al mismo tiempo
puede ser un disfraz divertido, incluso eficaz, en ese rol de parapetarme,
de huir del propio registro, de pasar desapercibida, con este estrambótico
disfraz, hasta de una misma. Porque funciona, porque constituye el vehículo
del doble viaje que supone pensar y escribir en otra lengua que la materna.
Amsterdam is killing me es una especie de diario que escribo en holandés,
sobre mis impresiones de Holanda, de Amsterdam. Ese "Amsterdam me
está matando", sin embargo, no alude a una sensación
negativa frente a la ciudad, sino a cómo la vida aquí me
ha ido cambiando, así que ese diario es también una exploración
en esas transformaciones, una "recopilación" de esos
elementos que ayudan a construir ese país propio al que he aludido,
y esa idea de la "mujer plural". Son fragmentos pequeños,
entre el poema y el relato, y el primero de ellos habla de la dificultad
de manejarse en holandés y de intentar escribir en esta lengua:
"Esta lengua no es mía. Salta sobre mi lengua. Me confunde
Esta lengua no es mía.
Amsterdam tampoco. Aunque un poco sí. Amsterdam me busca a veces
y yo también a ella. Yo también. Pero es escurridiza. Es
suave y es muy dura. Es pesada. Me corta, me golpea, me perfora, cae sobre
mí como un cuchillo. Es amenazante y otras veces huye, como un
exiliado. Y corre muy rápido.
No es mía. Y al mismo tiempo sí lo es. A veces viene a buscarme
a casa: la ciudad, la lengua, y yo me escondo tras ellas y ellas hablan
por mí. No soy yo. Es ella la que habla, la lengua, no yo.
Esta lengua no es mía. Yo solo juego con ella, la busco, la pienso,
la fuerzo, la odio, la tiro a la basura. Intento seducirla. Me protejo
de ella: la lengua. La ciudad."
He intentado traducir este fragmento a español y lo que ha salido
es un texto totalmente diferente al original. He tenido que reescribirlo
porque el texto holandés simplemente no funciona traducido en español
literalmente. Porque son dos registros, dos formas de pensar y de organizar
la información, totalmente diferentes. Y esa es la situación
con la que lidiamos cada día: estar en la frontera de dos (o más)
lenguas y culturas diferentes. Flotar, o ahogarse, en dos aguas.
Yo no vine a Holanda por obligación. No soy exiliada política,
ni siquiera me consideré nunca una emigrante. Aunque tal vez sí
lo soy. Mi salida de Granada fue voluntaria, como también lo ha
sido decidir quedarme aquí tantos años (aunque las causas
de las decisiones son siempre muy relativas). Por tanto, yo no puedo hablar
de exilio en un sentido literal de la palabra, sino, como es el caso de
mucha gente, en un sentido figurado. Creo que todos los humanos lo somos
de algún modo. Todos buscamos por diferentes medios ese paraíso
perdido, o más bien, no hallado aún. La metáfora
de los "paraísos artificiales" de Baudelaire era eso,
"lugares" a los que exiliarse. En mi caso, ese paraíso
es la creación artística, y en concreto la escritura: "isla
aisladísima", llena de recovecos, de laberintos donde perderse
o de inmensas llanuras vacías. Ya lo sabemos. Islas donde el náufrago
llega de forma voluntaria: hace falta el naufragio, querer saltar del
barco para alcanzar la orilla y adentrarse luego en la isla o simplemente
sentarse en su orilla, de cara al mar, viendo llegar las olas. Y como
todos los náufragos, uno manda mensajes, porque escribir, también
lo sabemos, no es sólo catarsis o ejercicio lingüístico,
reflexivo, etc., sino que parte de un deseo, a veces desesperado, de comunicación.
Y creo que esto es tal vez lo más duro de escribir en una lengua
distinta a la del entorno en el que se vive: que se acumulan las botellas
en la orilla porque no hay mar donde lanzarlas; o las olas las traen devueltas
porque no siempre hay quien las reciba. Y lo que ocurre entonces es que
los que somos náufragos de una misma lengua en este mar del Norte,
nos lanzamos unos a otros nuestras botellas. Es una de las salidas (la
otra es aprender a tirar muy lejos), pero nuestro mar es pequeño
y el tráfico de nuestras botellas no siempre transciende sus fronteras.
Maria Teresa León, que sí sufrió el destierro y el
exilio político, escribió Memoria de la melancolía:
bello paseo por los recuerdos y la melancolía, suyos y de esa parte
de un pueblo arrancado de sus raíces, censurado en la palabra,
y en la memoria ("que recuerden los que olvidaron" escribe).
Ella tuvo el (doble) drama (¿o es tal vez un privilegio?) de no
volver a reencontrar su paraíso perdido, porque su memoria se extinguió
justo después de volver a España. ¿Dónde va
la memoria cuando nos abandona? (¿Irá al mismo lugar que
el amor olvidado por el que preguntaba nuestro poeta?) Perder la memoria
es el exilio más absoluto, pienso, porque significa apartarse completamente
del mundo que habitamos, incluido uno mismo. El exilio sin retorno de
lo que uno fue, de lo que uno es, certificado por la memoria. Ser desterrados
del paraíso de la memoria significa, tal vez, pasar a habitar el
paraíso (quiero pensar que es un paraíso) del olvido. El
olvido como exilio absoluto de la propia historia.
Si la memoria es lo que nos une al origen, a la tierra y al pasado, recorrerla
literariamente es una tabla de náufrago, tal vez fetichizada, para
no sucumbir y perderse totalmente en el mar del olvido; y es una brújula
para orientarse, a veces, en momentos de nostalgia y melancolía,
en el bosque de esa otra lengua, de otra cultura
y así con mi maleta mal hecha
de olvidos imperfectos
de recuerdos a duras penas olvidados
y con los puños cerrados
me encuentro inmóvil
en este imposible cruce de caminos
y me descubro llorando
porque no consigo recordar qué vine a hacer aquí
si no será
que equivoqué los pasos
Amsterdam, noviembre
inicio
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[1] Entre sus libros más representativos se encuentran la antología
Cantar de Isla (2003), Pensamiento del tiempo (2005) y Viajes de Penélope/
I viaggi di Penelope (2007, primera publicación 1980) de Juana
Rosa Pita; En el vientre del trópico (1995) y Otro fuego a liturgia
(2007) de Alina Galiano; Autorretrato en ojo ajeno (2001), Movimientos
metálicos para juguetes abandonados (2003) y A Mapmaker's Diary
(2007) de Carlota Caulfield.
[2] Este artículo es una versión de "Un fulgor sin
fronteras" del libro Poesía insular de signo Infinito. Una
lectura de poetas cubanas de la diáspora. Madrid: Betania, 2008.
[3] Odette Alonso presenta su elenco en sucesión temporal:
Antes de la Revolución y década de los sesenta y setenta:
Pura del Prado, Ana Rosa Núñez, Amelia del Castillo, Juana
Rosa Pita, Mercedes Cortázar, Rita Geada, Gladys Zaldívar,
Mireya Robles, Marta Padilla, Nivaria Tejera, Uva de Aragón, Lourdes
Gil, Maya Islas, Alina Galliano, Irradia Iturralde, Isel Rivero, María
Elena Blanco, Magali Alabau, Lilliam Moro, Laura Ymayo Tartakoff, Carlota
Caulfield y Belkis Cuza Malé, entre otras.
De finales de los ochenta hasta hoy: Minerva Salado, Chely Lima, Daína
Chaviano, Cira Andrés, María Elena Cruz Varela, Elena Tamargo,
Damaris Calderón, María Elena Hernández Caballero,
Sonia Díaz Corrales, Odette Alonso, Zoé Valdés, Aimée
González Bolaños, Lucía Ballester, Rita Martín,
Alessandra Molina y Lídice Alemán, entre otras.
En medio de ellas, como puente, las cubanoamericanas, que por su complejidad
identitaria merecen un estudio individualizado. Entre ellas, Lourdes Casals,
Ruth Behar, Achy Obejas y Carolina Hospital. (Alonso, 2005)
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