Concierto de la Armonía

Una música que vuela como una paloma que le lleva las corrientes,
se balancea, da tumbos, se eleva, planea, se inmoviliza, despunta como orquídea invencible y al final se vuelve armonía perfecta.

El viernes, 23 de Abril en la cámara de música de Berlín.- Se presentó el Trio Dino Saluzzi compuesto por el argentino Dino Saluzzi bandoneón, el bajista sueco Palle Danielsson y el guitarrista argentino José María Saluzzi. En el concierto se entonaron melodías de su álbum proyecto "Responsorium", tangos, chacareras y samba argentina.

En esa noche de Tangos con rasgos de Jazz flamenco, con la mística de una misa gregoriana. Un Jazz rodeando los límites de lo indefinible, quizá con una mezcla de ritmos brasileños. Un tango con raíces argentinas y retoños universales, un verdadero tango nuevo.

Los primeros aplausos son el despertar de un viaje espiritual al borde de una melodía de Saluzzi.

La armonía perfecta se componía de un bandoneón delirante, una guitarra que sueña y un bajo que retumba como un corazón enamorado. Melodías que encierran recuerdos de generaciones lejanas y memorias de músicos inmortales que lucharon contra la hostilidad de vivir en lugares ajenos. Simplemente una música con corazón y alma.

La música de Saluzzi es una medicina, contra lo lineal y el cansancio de los semblantes.

Música que podría ser el preámbulo de una ascensión a un cielo lleno de estrellas o a un nirvana sagrado.

Saluzzi un músico que sublima el estilo creado por Piazolla, consagra el genero del Tango Nuevo, al mismo que lo da vida propia, identidad y un lugar privilegiado dentro de los ritmos actuales.

Saluzzi tocó una música compuesta de ritmos y notas, que se balanceaban entre los oídos y los paneles acústicos de la sala de conciertos.

La guitarra de José Saluzzi muy refinada y de precisión acertada, le daba brillo al sentir o sufrimiento poético que sentía su padre al momento de acariciar el bandoneón.

Música que por momentos parece perderse en los pensamientos profundos, resalta casualmente, vive, toma armonía, velocidad y se vuelve viento, rugir y erupción de volcán sagrado.

Finaliza el concierto con la Samba "Viene Clareando" de Atahualpa Yupanqui.
Saluzzi manifiesta: "esta canción es un homenaje, un adiós a la vida del maestro Atahualpa Yupanqui, quien compuso una música no para conquistar o deslumbrar, sino simplemente para narrar o contar".

Text: Walter Trujillo
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Übersetzung: Jacqueline Cossio